Ante la mirada atónita de todos, saca la mano de un muerto y comienza a pintar un cuadro con ella. Así es Morten Viskum, un artista noruego que pinta cuadros con manos de muertos. Pero no sólo eso, sino que también ha utilizado sangre como pigmento en algunas ocasiones.
Morten Viskum ya es conocido por sus estrambóticos métodos. En 1995, cambió el contenido de veinte frascos de aceitunas por fetos de ratas, y colocó los recipientes en otros tantos supermercados noruegos.
Un empleado de esos supermercados confesó el origen de los recipientes, lo que ocasionó el cierre temporal de la fábrica que los vendía.
Evidentemente, al conocerse el origen de la cuestión, los propietarios de la fábrica decidieron demandar a Viskum por daños valorados en más de un millón de dólares.
Desde aquel momento, no ha vuelto (que se sepa) a realizar una «obra» similar, y sustituyó esos curiosos métodos por los de utilizar extremidades de muertos.
Probablemente no sea más que una estrategia para captar la atención de curiosos y morbosos, y según parece lo consigue.
Mejor mirad el vídeo y luego opináis:
