Las ciudades más grandes de Latinoamérica comparten el mismo problema. Aumentan su cantidad de habitantes, pero disminuyen los litros de agua dulce disponibles para cada uno de ellos. Además de las urbes, padecen el mismo problema los asentamientos que se encuentran en su periferia. Y la situación se repite en las zonas rurales.
La falta de agua dulce es un problema a nivel mundial
Pero, la falta de agua no se sufre solo en Latinoamérica. En todo el mundo, países como Turquía, Siria, Irak, Irán y los países africanos entre muchos más sufren la misma falta. Según estadísticas y análisis, las predicciones son que antes de llegar al 2050, los requerimientos de agua aumentarán un 55%. Los mayores consumos se relacionan con los cultivos y la producción de energía.
Según la NASA, las fuentes naturales de agua dulce se consumen más rápido de lo que se reponen. En todo el mundo, la capa freática que es la acumulación de agua subterránea está disminuyendo. Se prevé que la falta de agua dulce en el mundo será causa de guerras. Así mismo, ya existen disputas por este tema y se calman con los acuerdos por el agua. Por eso es que se toman como ejemplo algunos países que han sufrido escasez hídrica y pudieron solucionarlo.
Australia por ejemplo, sufrió una gran sequía durante nueve años. Aplicaron medidas extremas y redujeron el 50% del uso comercial y residencial. Israel, también sufre escasez hídrica y considera el agua dulce dentro de la seguridad nacional. Aplica el sistema de reciclado a las aguas residuales y es líder mundial en potabilizar el agua de mar.
¿Existe una solución para este problema?
No existe aún una solución que se pueda aplicar en todo el mundo. El filtro de grafeno que se utiliza para potabilizar el agua de mar es muy caro. Y el recurso que se emplea cada vez más, es el de recoger agua de lluvia.
Pero esto también es difícil, ya que los períodos de sequía son cada vez más frecuentes y prolongados. El cambio climático es la causa y afecta a todos, no discrimina. Estados Unidos, Oriente Medio y Latinoamérica estarán en serios problemas de escasez hídrica en un futuro cercano. Registros tomados hace poco indican que cada año perdemos 24 mil millones de toneladas de suelo fértil. Son zonas que se convierten en desiertos. En España ya ocupan la quinta parte del territorio.
Esto no se relaciona solo con la falta de agua, también perjudica la economía, la estabilidad social y el medio ambiente. O sea a nuestro planeta todo. Una buena administración del recurso por parte de los gobiernos y de cada uno de nosotros ayudaría a minimizar la preocupante situación.
