Los deportes de élite sufren consecuencias por el cambio climático
El impacto del cambio climático se hace cada vez más evidente en los deportes de élite. Por ejemplo, ocurrió en el Mundial de Críquet en Nueva Delhi, la elevada contaminación generó dificultades tanto para los deportistas como para los seguidores.
El clima afecta en los deportes de elite a los deportistas y al público
En Delhi el aire es irrespirable. Su índice de calidad (AQI, por las siglas en inglés), alcanza un nivel entre malo y grave. Tanto es así que no se recomienda a los deportistas amateurs realizar actividades al aire libre.
La India enfrenta un verdadero problema, ya que se postuló para ser sede de los Juegos Olímpicos de 2036. Sin embargo, el mundial de Criquet no dejó una buena imagen. Además, solo basta recorrer las calles de la ciudad para ver la alta contaminación que afecta la vida cotidiana.
Durante eventos deportivos de alto rendimiento, los atletas inhalan partículas perjudiciales. Estas diminutas partículas se depositan en los pulmones, persistiendo en ellos durante períodos prolongados.
La acumulación de estas micropartículas ha alcanzado la cifra de 184 microgramos por metro cúbico, superando en doce veces el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
El cambio climático y los factores medioambientales no solo perjudican en la India. El extremo calor afecta competencias y torneos internacionales y locales, perjudica tanto a los deportistas como a los espectadores. Como en el caso del Open de Australia de tenis, donde el extremo calor hizo estragos en los rendimientos individuales y muchos espectadores se descompensaron o estaban agobiados por las altas temperaturas.
Las competencias al aire libre son las más perjudicadas
Los deportes al aire libre son los más perjudicados por el cambio en el clima. En el fútbol hay interrupciones en el juego para que los jugadores puedan hidratarse debido a las altas temperaturas.
En la Fórmula 1 las intensas sequías condicionan el desarrollo de las carreras. Además de que el calor extremo desgasta más los neumáticos, sobrecalienta motores y exige al conductor una concentración absoluta.
También los llamados deportes invernales son seriamente perjudicados.
Las competiciones de esquí y de snowboard son cada vez más costosas. El calentamiento global hace que las pistas duren cada vez menos tiempo y que cueste mucho más mantenerlas. Algunos piensan que si el clima mantiene esta tendencia, estos deportes desaparecerán, pues no habrá nieve en las pistas.
Los expertos indican que se deben realizar cambios, tanto en el deporte como en el cuidado del planeta. Sin embargo, uno de los eventos programados es el Mundial de Fútbol de 2030, que se desarrollará en tres continentes. Las fuertes críticas sobre el tema se relacionan con la cantidad de gente que se trasladará por el mundo para seguir los 105 partidos programados.
La propuesta podría tener un gran potencial comercial; sin embargo, el aumento en la actividad de los transportes aéreos, marítimos y terrestres podría resultar en una mayor emisión de contaminantes. A esto se suma la diversidad de condiciones climáticas que los atletas tendrían que enfrentar, lo que podría afectar negativamente a su rendimiento.