Una de las tecnologías que produjeron una disrupción es la de la telefonía, de eso no hay duda. En las últimas décadas, se pasó del viejo teléfono de línea a los “hiperconectados” smartphones. Aunque en medio, y como en toda tecnología nueva, hubo una transición y un desarrollo, hasta que aparecieron los actuales móviles. Los celulares no inteligentes fueron el puente que comunicó la vieja tecnología con la de este siglo.
Los celulares no inteligentes o tontos vuelven a estar vigentes
Al día de hoy, aquellos primeros móviles, sin acceso a Internet y con solo lo básico, parecen “tontos”. Por eso los llaman celulares no inteligentes o tontos. Sin embargo, muchas personas están volviendo a utilizarlos. Basta con mirar las tiendas en línea para ver que todavía se ofrecen a la venta.
Son celulares básicos que sirven únicamente para hablar por teléfono y para enviar mensajes de texto. No se conectan a Internet ni tienen acceso a redes sociales. Sus funcionalidades están restringidas a lo ya expresado, hacer y recibir llamadas y mensajes de texto. Algunos, no todos, permiten escuchar emisoras de radio y tomar fotos de muy baja resolución. Son teléfonos que estaban de moda a fines de la década de los 90.
La sociedad vuelve a elegir los viejos móviles
Las razones de por qué las tiendas online los ofrecen es fácil de entender. Entre 2018 y 2021, las búsquedas de teléfonos sencillos aumentó casi un 90%, según una reconocida tienda.
En todo el mundo, en 2021 se vendieron unas mil millones de unidades de teléfonos “tontos”. Esto hizo que la venta de smartphones disminuyera en un 12,5% en el mismo lapso. Las estadísticas informan que , uno de cada 10 usuarios del Reino Unido, posee un teléfono sencillo para comunicarse. Aunque, ¿cuáles son los motivos para este retroceso?.
¿Cuál es la causa de preferir los viejos móviles?
Para muchas personas, el teléfono inteligente crea dependencia. Esa dependencia fomenta en ellos los mismos síntomas que una adicción. Si salen sin el móvil, les parece como si estuvieran desprotegidos o desnudos en la calle.
Para otros, los motivos son económicos. Al no tener acceso a redes sociales y demás aplicaciones, no pagan una factura mensual por datos. Además, los teléfonos sencillos son mucho más económicos que los actuales y también permiten comunicarse.
Aunque, para muchos otros, los motivos son más sutiles. Con los teléfonos actuales estaban perdiendo la perspectiva de la vida con los demás, se había cortado la comunicación verbal. Mucha gente pasa más tiempo en las redes sociales que con su propia familia.
Quienes adquirieron un teléfono básico dicen que mejoraron el rendimiento en sus trabajos. Además, les queda más tiempo para poner su atención en otras disciplinas que habían dejado de lado por los smartphones. Pueden dormir más y hasta retomar el hábito de leer un buen libro.
En todo el mundo, 9 de cada diez personas poseen un teléfono inteligente. Según un estudio reciente, las personas pasan en promedio unas 5 horas diarias mirando las pantallas de sus modernos dispositivos.
Sin embargo, el mismo sistema actual lleva a las personas a disponer de estas “computadoras portables”. Cuentas bancarias virtuales, medios de pago como el código QR son hoy necesarios. En un mundo donde cada vez más va ganando terreno el dinero virtual, se hacen imprescindibles. Incluso predicen que las tarjetas plásticas serán reemplazadas por los smartphones. Aunque todo ello, pertenece a un futuro que, sin embargo, no es tan lejano.
