Desde hace un tiempo, están de moda las alternativas de alimentación que son más sanas y sostenibles. Por esto es que se intensificó el consumo de leche de almendras, Solo en Estados Unidos, el hábito de consumir leche de almendras aumentó un 250% en los últimos 5 años.
La leche de almendras es un gran negocio y también un problema ecológico
La leche de almendras contiene menor cantidad de calorías, además de zinc, hierro y fibras, entre otros minerales. Es muy nutritiva, de fácil digestión y es una alternativa a la leche vacuna tradicional. La recomiendan en diferentes dietas y tratamientos médicos.
Sin embargo, detrás de un negocio que maneja solo en Estados Unidos 1.200 millones de dólares al año, se esconde un gran problema ecológico. Las abejas están siendo afectadas y mueren miles de ellas debido al estrés en la polinización de los almendros.
Las abejas son insectos muy necesarios para la vida en nuestro planeta y son polinizadores naturales insustituibles. Sin embargo, también son los más afectados como consecuencia de las acciones humanas. El cambio climático, el uso de pesticidas y la producción de leche de almendras son las principales causas de mortandad de estos insectos.
Por los almendros mueren miles de abejas
Aunque se llama leche de almendras, no se trata de una leche. Si no que más bien es una bebida vegetal. No es de producción animal. Se extrae del almendro (Prunus Dulcis), que se cultiva en muchísimas partes del mundo. Según un informe del periódico The Guardian, el 80% de la producción mundial de leche de almendras proviene de California. Allí se encuentra el centro de cultivo y producción más grande del planeta.
Las abejas son las encargadas de la polinización de los almendros y en este caso, forman parte inseparable de la cadena de producción. Por el estrés y el cansancio que les provoca tanto trabajo, están muriendo de a miles. En el pasado invierno de 2020, murieron 50 mil millones de abejas.
Siempre teniendo en cuenta el informe del periódico citado, la mayoría de las muertes es por el uso de pesticidas. En el caso de las abejas que polinizan los almendros, la naturaleza indica que los insectos deberían descansar en el invierno. Aunque los agricultores nunca consideran esta fase de la vida de las abejas. Así es como, el biorritmo de los insectos se altera o interrumpe, causando la mortandad de muchos de ellos.
Acusan a los productores de leche de almendras de falta de ética
Los propietarios de las plantaciones de almendros, también están utilizando pesticidas que causan bajas en las colonias de abejas. Aplican productos fitosanitarios con base en glifo sato que debilitan el sistema inmune de los insectos, llevándolos en muchos casos a la muerte. A ello se le suma, el trabajo sin descanso para polinizar miles de almendros, que produce muchas muertes más.
Se están realizando campañas para revertir esta situación poco ética de los productores. El nombre de la campaña es Honey Bee Best Management Practices. Se trata de conseguir que las plantaciones de almendros sean un lugar donde se cuide a los pequeños polinizadores.
De todas maneras, esta lucha recién comienza y por el momento es solo una intención. Habrá que esperar a que se sucedan los hechos. La situación es compleja y algo tendrá que ocurrir para que cambie en forma drástica y no sigan muriendo miles y miles de abejas.
