Una vez, llega uno de los fenómenos estelares más célebres. Se trata de la lluvia de estrellas más esperada del año. Son las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo. Y llegan nuevamente a nuestros cielos, para el deleite de los observadores. El fenómeno alcanzará su máximo en la madrugada del 11 al 12 de agosto. Alcanzará una intensidad de entre 50 y los 100 meteoros por hora. Un espectáculo que además este año estará acompañado de cielos despejados y Luna en fase menguante. Gracias a eso, podrá disfrutarse en todo su esplendor (siempre que se elija un lugar con poca contaminación lumínica).
La cola del cometa
La lluvia de estrellas de las Perseidas ocurre cada año a mitad de agosto. Sucede cuando el planeta atraviesa un campo de polvo y partículas dejado atrás por el Swift-Tuttle, un cometa de 24 kilómetros de diámetro. Pasó por las cercanías en el año 1992 y no volverá hasta 2126. El máximo de la lluvia de meteoros se acerca al 10 de agosto, día de la festividad del mártir español San Lorenzo. Por eso, las Perseidas se conocen también como Lágrimas de San Lorenzo.
¿Son estrellas?
A pesar del nombre, las estrellas fugaces no son estrellas moviéndose por el cielo. Son partículas, normalmente del tamaño de un grano de arena, con las que se topa la Tierra y que entran en la atmósfera a altas velocidades, que pueden estar entre los 10 y los 50 kilómetros por segundo. Estas velocidades son tan altas que la fricción las calienta lo suficiente como para desintegrarlas y emitir luz. Por tanto, la lluvia de estrellas más esperada del año… no está compuesta de estrellas. Están hechas de partículas de polvo incandescentes.
Una de las ventajas de este fenómeno es que es visible a simple vista. Solo hay que encontrar un lugar con poca luz y gran visibilidad del cielo. Puede ser un amplio claro en una zona boscosa o una colina apartada de la iluminación de las ciudades. Y a prepararse para el espectáculo, una verdadera fiesta de luces en el cielo.
