Eva Braun estuvo a punto de suicidarse varias veces por problemas con su marido, Hitler
Eva Braun a finales del Tercer Reich fue conocida como amante y esposa legal. En 1932 Eva braun estuvo a punto de suicidarse mediante un disparo de pistora, más tarde en 1935 también intentó suicidarse a partir de sobredosis de fármacos. Los intentos de suicidio fueron ocasionados por los celos y por la demanda de mayor atención por parte del General Alemán.
Para consolarla, Hitler le regaló a Eva Braun una casa en Múnich cercana a la de sus padres y le colocó un vehículo con chofer a su disposición. Además, Hitler poseía dinero en efectivo para sus gastos personales, joyas y vajillas. Hitler en 1938 realizó un testamento económico a favor de Eva Braun en la que en caso de fallecer el líder, ella recibiría £ 600 anuales, que en aquella época el valor del dinero era mucho mayor.