El riesgoso encuentro de la lava y el mar
Peligro en la isla de La Palma
Ya son más de un centenar de viviendas destrozadas. El volcán que hizo erupción en la isla de La Palma (Islas Canarias) sigue haciendo estragos. Miles de personas tuvieron que huir. La lava sigue su curso, irrefrenable. Aparece otra preocupación: el riesgoso encuentro de la lava y el mar.
Humo y gases tóxicos
Es difícil precisar en qué momento ocurrirá. Todo depende de la velocidad de la colada (el manto fluido de lava). Pero, más tarde o más temprano, sucederá. Se están extremando las precauciones. Y ampliarán el perímetro de exclusión en la costa. ¿Cuál es el mayor peligro? La reacción química.
Cuando el magma entra en contacto con el agua salada hay una reacción. Puede generar explosiones y emisión de gases nocivos. “Se levantan columnas de vapor de agua porque gran parte del agua del mar se vaporiza. La colada tiene una temperatura de más de 900°C, mientras que el agua tiene unos 23°C». Lo dice José Mangas, profesor de geología de Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
«El agua tiene cloruros, sulfatos, carbonatos, fluor y iodo (entre otras cosas). Se van a volatilizar también gases tóxicos», dice el académico. Puede provocar irritación en la piel, los ojos y las vías respiratorias. Por otro lado, la colada se enfría rápidamente por el contacto con el agua. Y entonces «la lava se fractura. Eso puede producir la eyección de proyectiles balísticos a relativamente corta distancia».
Catástrofe lenta
Los gases que se generan en estos dos procesos son empujados por los vientos hacia el mar. Deberían dispersarse en poco tiempo. Un perímetro cercano a la zona afectada es suficiente para controlar el peligro. «No debería haber nadie alrededor cuando eso suceda», añade el experto.
Otros peligros son el colapso repentino de los terrenos y acantilados del litoral y las explosiones desencadenadas a raíz de este colapso. También las olas de agua hirviendo que se generen a su alrededor.
Si bien la situación está ahora controlada, todo puede cambiar con el paso de los días. «Estamos empezando. Estas son las fases iniciales de la erupción, aún queda mucho», advierte Mangas. Pero pese a que recién comienza, lo que ha pasado hasta el momento ha sido devastador.
«Hay pérdidas materiales importantes. Son cerca de 200 casas destruidas, que no se pueden recuperar. La lava las destruyó completamente. Son 200 familias que se han quedado sin casa», enfatiza. Ya se ha cortado la conexión en la isla de norte a sur, al interrumpirse carreteras.
La lava continúa su curso. Cada día, las imágenes impactan al mundo. Estamos cerca del riesgoso encuentro de la lava y el mar, del cual todos seremos testigos.