Tatuarse diversas partes del cuerpo es más que una moda. El tatuaje es un arte y una tendencia muy marcada en la actualidad. Cualquier tipo de persona, profesional o celebridad, todos muestran con orgullo sus cuerpos tatuados. Son considerados obras de arte sobre la piel.
La historia del tatuaje muestra sus diferentes significados
Esta moda se impuso con fuerza desde la década de 1980 en todo el mundo. El arte del tatuaje es una costumbre milenaria que llevaron a cabo numerosas culturas alrededor del mundo. El tatuaje tuvo durante el transcurso de los siglos, distintas connotaciones, desde castigos hasta fue símbolo de status social. En América, Europa, Asia, África y Oceanía se pueden hallar restos milenarios de este arte.
El origen de los tatuajes se desconoce, pues hay indicios de que ya se utilizaba en la Edad de Piedra. Los hombres se tatuaban a los animales que más temían. Se creía que cuando salían de caza el tatuaje los protegía de esas bestias salvajes.
Una momia del neolítico hallada cerca de un glaciar en la frontera entre Austria e Italia, tenía tatuajes en la espalda y en las rodillas. Se cree que era un cazador que perdió el rastro durante una tormenta. Se calcula que data de más de 2500 años atrás.
En Egipto, el tatuaje tuvo varios significados. Se usó como:
- Defensa ante las enfermedades
- Símbolo erótico
- Ritual mágico
El primer registro pertenece a la dinastía XI, con la momia de la sacerdotisa Amunet descubierta en Tebas. Amunet tenía tatuados puntos y líneas, incluso las líneas estaban delineando su pelvis, en sus genitales. Tatuajes hallados en otras momias, condicen que solo las sacerdotisas se tatuaban de esta manera como símbolo de madurez sexual. Egipto fue uno de los primeros en utilizar henna para los tatuajes, que realizaban con agujas de oro.
Hay registros históricos del arte del tatuaje en todas las culturas
Alrededor del 1000 aC, el tatuaje se fue introduciendo en Oriente, llegando a la India, China y Japón. En Japón inicialmente, se utilizó para marcar a los criminales o como símbolo de valentía en los miembros de la Yakuza, la mafia de Tokio.
Llegado el siglo XVIII, el tatuaje en Japón se consideraba un símbolo de pertenencia a las clases sociales de más estatus. En la apertura hacia occidente en el siglo siguiente, el tatuaje se prohibió por el emperador de esa época.
La Polinesia es uno de los lugares donde el arte del tatuaje siempre se apreció. En las Islas Marquesas, se hacían tatuajes con características sexuales y eróticas. El arte del tatuaje destacaba las manos de las mujeres de estas zonas y los hombres tatuaban todo su cuerpo.
En la Isla de Pascua lo llamaban Tatú y es de donde proviene su nombre. Allí el tatuaje se consideró un cosmético, por la creencia que disimulaba las arrugas propias de la edad avanzada. En México, los aztecas se tatuaban como símbolo de devoción a sus dioses. Sin embargo, también existían tatuajes que denotaban la tribu de pertenencia y la clase social.
Lo más triste es el uso dado durante la Segunda Guerra Mundial. El tatuaje sirvió para que los nazis identifiquen a los judíos. En este caso el arte se convirtió en algo abominable. Sin embargo, en la actualidad marca una tendencia que se relaciona con lo estético.
