Una impresora 3D que produce alimentos
La NASA ha pagado una beca de 100.000 euros a Anjan Contractor, ingeniero de una empresa para imprimir comida, para que desarrolle en seis meses una impresora 3D capaz de reproducir alimentos y ser útiles en el espacio.
Un ejemplo de una construcción alimentaria fácil, por su estructura de capas, es diseñar y reproducir una pizza compuesta por tres capas de polvos nutritivos, más aceite y agua. También se usarán recetas culinarias para que la impresora mezcle adecuadamente los diferentes productos, todos ellos en estado líquido o espolvoreado. De momento Contractor ha desarrollado la reproducción de un pastel de chocolate.
La donación de la NASA, realizada en marzo, es para que en seis meses haya resultados.
“Creo, y muchos economistas también, que el actual sistema alimentario no puede satisfacer suficientemente a 12.000 millones de personas”, explicaba Contractor, que ve en las impresoras 3D de comida como un recurso masivo, más allá de los ocasionales viajes espaciales. “Tenemos que cambiar nuestra percepción de lo que vemos como alimentos”, ha manifestado a Quartz.
“Los viajes espaciales requieren alimentos con 15 años de vida “, añade el ingeniero de origen indio, “pero nosotros estamos trabajando con proteínas y macro y micro nutrientes en polvo que mantendrán sus propiedades por lo menos 30 años”.
Contractor va incluso más allá respecto a otras aplicaciones de las impresoras 3D, pues cree que el consumidor podría mezclar los diferentes cartuchos de alimentos en polvo, no solo según sus gustos, sino también según las recetas nutritivas que necesita cada cual o según la recetas del nutricionista.
El creador de una de estas empresas, el doctor Gabor, explicaba en una de las conferencias TEDx que no se trata de reproducir carne de plástico. “No es carne sintética, es carne auténtica porque está hecha de sus mismas células. Creo que la mejor palabra sería vitrocarne”.