Un satélite a punto de estallar
Es una bomba de tiempo, aunque no nos causaría daño aquí en la Tierra. Y es que la bomba está en el espacio. Se trata de un satélite a punto de estallar, construido por la compañía Boeing. Es operado por DirecTV y tiene un daño «irreparable» en su batería. Por ello, el Gobierno de Estados Unidos ha permitido que el proveedor de televisión satelital mueva el equipo en órbita a un lugar más alto antes de lo programado. Será colocado en una zona segura para que no corran peligro otros satélites.
La falla
El satélite se llama Spaceway-1. Orbita a unos 35.400 kilómetros sobre la Tierra desde 2005. Su fin es proporcionar cobertura de televisión de alta definición. Actualmente no está en uso y no proporciona cobertura para los clientes.
En diciembre de 2019, la nave experimentó una «importante anomalía» que resultó en un «daño térmico irreversible» en sus baterías. Lo confirmaron desde DirecTV la semana pasada en un documento presentado a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE.UU. Si bien Spaceway-1 ha dependido de sus paneles solares para obtener energía en los últimos meses, la nave pronto entrará en su «temporada de eclipses», un período en el que el satélite se encuentra a la sombra de la Tierra y las baterías deben estar activadas. Cuando esta temporada comience el 25 de febrero, las baterías dañadas probablemente explotarán con la activación, destruyendo el satélite y poniendo en riesgo otros equipos cercanos.
Un satélite a punto de estallar asciende
El satélite sigue una órbita geoestacionaria. Significa que parece permanecer sobre una parte particular de la Tierra a medida que gira. Es la órbita más alta posible para los satélites en uso. Debido a la alta ubicación de la nave, redirigir la nave hacia abajo, donde están circulando otros satélites activos, para que eventualmente se queme en la atmósfera no es una opción viable. En cambio, quieren reubicar el satélite a una órbita más alta conocida como la «órbita del cementerio». Aproximadamente a 300 kilómetros sobre su ruta actual. Allí, el Spaceway-1, un sat{eite a punto de estallar, podrá terminar sus días en paz.
Normalmente, el desmantelamiento de un satélite implica la liberación de todo el propelente restante del satélite. Es un proceso que puede llevar meses dependiendo de la cantidad de combustible que quede en el tanque. Pero el tiempo de Spaceway-1 es limitado. De acuerdo con el documento presentado a la FCC, solo podría liberar una cantidad «nominal» del combustible restante del satélite si la nave se va a mover a ese gran «cementerio satelital» antes de explotar. Por ello, la FCC aprobó la solicitud de DirecTV de desmantelar Spaceway-1 antes de lo programado. Además otorgó a la compañía una exención para ignorar la regla de agotamiento de propulsores. Desde la compañía matriz de DirecTV, AT&T, lanzan un mensaje de tranquilidad. El satélite que pronto explotará «es una copia de seguridad y no anticipan ningún impacto en el servicio al consumidor a medida que se retire».