Enésima revolución en este siglo en el mundo de los televisores: LG va a todo trapo para poder traer pantallas flexibles. La prueba del concepto fue exhibido en el Consumer Electronics Show en Las Vegas.
La pantalla mide 18 pulgadas y tiene una resolución de 1.200 por 810 píxeles, por lo tanto es HD. Pero la característica más importante es el hecho de que puede ser enrollado en un radio de tres centímetros, sin romper la pantalla.
Esta sorprendente característica es posible gracias al uso de la tecnología OLED. Mientras que las pantallas actuales necesitan LED para iluminar la pantalla, el OLED se auto-ilumina haciendo que no sea necesario un panel trasero rígido para proporcionar luz.
Muchos creen que los OLED representan el futuro de las pantallas. Sin necesidad de una luz posterior, las pantallas OLED pueden ser significativamente más delgadas que las pantallas normales, haciendo que esta tecnología no sea sólo aprovechable en la televisión, sino que también en la telefonía móvil, tablets y ordenadores portátiles.
Pero la tecnología no es nueva; LG ha estado trabajando en ella durante varios años. La pantalla enrollable se anunció el año pasado, pero en Las Vegas se pudo observar por primera vez públicamente.
Mientras que la tecnología OLED permite flexibilizar una pantalla, aún estas no se pueden plegar. Otra limitación es que la pantalla sólo puede ser enrollada en una única dirección, que podría no ser un defecto dramático pero sí reducir su versatilidad.
Otro problema, este más grave, es que esta tecnología está aún ‘muy verde’ y es habitual la aparición de píxeles muertos.
Aún no hay ninguna indicación de cuándo estará la tecnología disponible comercialmente (o tan sólo si lo estará), pero un nuevo prototipo de 55 pulgadas se está desarrollando y llegará en una resolución 4K.
