Desde hace unos 6 años, todos hemos sido víctima de un acto de «phubbing», durante una quedadada, una reunión de trabajo o una cena con un amigo. Esta práctica tan generalizada no tenía denominación hasta que hace poco sus consecuencias eras identificadas por cualquier persona.
Comenzó en el año 2006 con la aparición de los primeros smartphones o dispositivos móviles, que albergaba en una pantalla muy pequeña todo lo necesario para poder mantener conexión a Internet en cualquier momento y lugar. El «phubbing« se materializada y se materializa en muchas personas con tendencia a tener el smartphone en sus manos en todo momento cuándo está acompañado por alguien.
Esta práctica consiste en el acto de ignorar a quien nos acompaña prestando más atención del smartphone u otros dipositivos móviles que a su persona. Son muchas las plataformas virtuales que provocan que el phubbing sea cada vez más generalizado.
Los defensores del «antiphubbing» confirman que casi el 90% de los jóvenes prefieren el contacto a través de las letras que «face to face», y que los restaurantes identifican 36 casos de esta práctica a lo largo de una cena, y avisan de que este suceso puede minimizar las relaciones sociales al envío de mensajes de texto.
