Rasgos humanos que la IA no tiene
¿La IA puede reemplazar al hombre? El rápido desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) supera las expectativas de muchos. Inicialmente concebida como una ayuda para el hombre, la IA demuestra su capacidad para superar eficientemente diversos tests, planteando la amenaza de ser más eficiente que su propio creador. Esto genera el riesgo de que en un futuro cercano pueda suplantar a los seres humanos en muchas profesiones, complicando la situación laboral a nivel mundial, algo que ya está ocurriendo en algunos ámbitos. Sin embargo, a pesar de su eficiencia, existen rasgos humanos que la IA no posee, lo que marca una gran diferencia entre ambos. Aunque la IA pueda alcanzar altos niveles de rendimiento, carece de la comprensión emocional, la intuición y la empatía humana, cualidades que continúan siendo esenciales en la mayoría de las actividades laborales.
Rasgos humanos que la Inteligencia Artificial aún no puede superar
Hay ciertos rasgos humanos que la Inteligencia Artificial no puede superar por el momento. Uno de esos rasgos es la espontaneidad. El impulso con que los humanos usamos la creatividad, sea con una idea innovadora, al escribir un poema o al tomar alguna decisión.
De esta forma, los humanos habitualmente generamos conocimientos nuevos, lo que la inteligencia artificial no puede hacer. La IA solo puede adaptarse a los conocimientos previos generados por la mente humana. Las acciones de la IA solo son posibles si hay una mente que la programe o diseñe. No puede, además, improvisar un discurso o tomar una decisión de la nada, como lo hacemos nosotros.
Otra de las grandes diferencias es la ética, las máquinas carecen de ella. La IA sigue parámetros y reglas preestablecidas. En cambio, los humanos tenemos normativas, leyes, posiblemente una religión, entre otras cosas, que nos guían sobre lo que podemos o no podemos hacer.
En términos simples, el discernimiento entre lo correcto e incorrecto es la base de la ética. No obstante, en la práctica de la programación de máquinas con IA, la ética puede ser un factor crucial, ya que no siempre son personas éticas quienes llevan a cabo esta tarea. Esto da lugar a una serie de problemas que se deben tener en cuenta.
El liderazgo y los problemas psicológicos no son características de la Inteligencia Artificial
Otros de los rasgos distintivos son los remordimientos y la ausencia de problemas psicológicos. Partimos de la base que la IA no tiene vivencias, ni historia, como tampoco experiencias. Por lo tanto, no tiene problemas psicológicos ni remordimientos en sus acciones. No sufren pérdidas, no sienten dolor, no tiene sus propias opiniones ni siente apego a nada.
Asimismo, el ser humano es un líder nato, y se diferencia por su capacidad de liderazgo. Las capacidades de los humanos en liderar equipos de trabajo, con inventiva para sortear problemas, la inteligencia artificial no puede alcanzarlas, por el momento.
La creatividad también es innata en el ser humano y la IA no es eficiente en este sentido. Las propuestas originales, las ideas creativas y la innovación, son facultades humanas. La inteligencia artificial solo puede ayudar con algunas ideas innovadoras y creaciones, pero únicamente a partir de una idea clara de lo que el humano pretende.
El rápido avance de la IA plantea desafíos significativos y oportunidades para el futuro. Reconocer las diferencias fundamentales entre la inteligencia artificial y la humana es clave para aprovechar su potencial en beneficio de la sociedad y evitar que reemplace aspectos esenciales de la experiencia humana en el mundo laboral y en la vida en general.