Prixis Ocean: el primer carguero a vela del siglo XXI
La navegación a vela es probablemente una de las tecnologías más antiguas utilizadas para navegar por mares y océanos. Emplear la energía eólica es una forma de proteger a la Tierra disminuyendo la huella de carbono. Problema que se intenta solucionar desde hace ya tiempo. En la actualidad, están probando una nueva forma de impulsar embarcaciones por medio del viento. El Prixis Ocean es un carguero moderno impulsado con velas que son similares a las astas de los molinos eólicos.
Prixis Ocean
Se trata de un barco carguero al que le ensamblaron velas rígidas gigantescas, zarpó hacia su primer derrotero. Tiene tecnología británica y las gigantes velas denominadas WindWings ayudarán al carguero a ahorrar combustible y a priorizar el cuidado de los mares.
El Prixis Ocean, un barco de origen chino que está realizando su primer viaje inaugural desde China hasta Brasil. El objetivo es poner a prueba las velas de esta nueva tecnología. Este viaje no solo marca la utilización de energía eólica en la navegación de cargueros, sino que también destaca la eficacia de esta tecnología en impulsar el transporte marítimo una vez más.
Las velas rígidas tienen una altura de 37,5 metros y cuentan con un ingenioso diseño plegable que se activa en el puerto. Están construidas utilizando los mismos materiales de alta resistencia que se emplean en la fabricación de turbinas eólicas, asegurando así su durabilidad y fortaleza. Una vez que el barco se adentra en aguas abiertas, estas velas se despliegan automáticamente para aprovechar al máximo la energía del viento.
Ventajas que ofrece este barco carguero
El barco de carga equipado con WindWings puede reducir su consumo de combustible hasta en un 30%. Su estructura tiene 229 metros de longitud y un peso de 43,000 toneladas. El carguero Prixis Ocean se diseñó con la innovadora tecnología de velas desarrollada por la firma británica Bar Technologies y producidas en China. Este viaje marca un hito significativo en el ámbito de la navegación marítima para muchos expertos y entusiastas.
En 2025, los fabricantes de esta innovación estiman que, la mitad de los nuevos barcos contarán con propulsión eólica. Al incorporar dos velas, se logra un ahorro diario de combustible de una tonelada y media. Si se aumenta a cuatro velas, este ahorro se amplía a seis toneladas por día. Esta transición conlleva una notable disminución de la huella de carbono, reduciendo hasta 20 toneladas de CO₂.
Para los expertos, esto tiene un adelanto significativo. De esta forma, el movimiento de cargas marítimas en todo el mundo podría llegar a reducir más de 830 millones de toneladas de CO₂ que se producen anualmente.
Esta tecnología abre una posibilidad a poder cumplir con lo pactado en el mes de julio sobre reducir los gases que calientan el planeta para 2050.
Además, esta acción también contribuye a permitir un mayor período de investigación para el avance de combustibles más eco-amigables, es decir, aquellos que no generan emisiones de carbono.
Mientras los expertos científicos exploran las oportunidades que ofrece este tipo de carburante sustentable, la práctica de la navegación a vela emerge como una alternativa viable.
Aunque esta modalidad de navegación es más pausada en términos de velocidad, su valor radica en la protección ambiental, la cual ostenta un papel de máxima relevancia en la actualidad.