Polybius ha pasado a la historia como un videojuego subliminal causante de varios suicidios.
Este videojuego ha pasado a ser una leyenda urbana. Fue un gran éxito en 1981. Los fans empezaron a denotar que entre los espectaculares gráficos y envolventes sonidos se escondían mensajes subliminales. El juego comenzó a causar mareos, tics nerviosos, vómitos, migrañas, alucinaciones auditivas (se decía que se oían gritos en el juego) y ópticas (caras de fantasmas pasando a velocidad de la luz por delante de la pantalla), pesadillas nocturnas, ataques epilépticos y tendencias suicidas. Poco después el juego fue retirado del mercado y no volvió a dejar rastro.