Hubo un tiempo en que los números y direcciones de las personas las guardábamos en una agenda que siempre estaba justo al lado del teléfono de casa. Los tiempos han cambiado y ahora recopilamos no sólo esta información sino fotografías, fechas importantes, citas, correo, cuentas…, en nuestros dispositivos electrónicos. Toda nuestra vida en un pequeño aparatito así que ni qué decir tiene del perjuicio que supone perderlo o que te lo quiten.
Eso lo sabe muy bien Zou, un ciudadano chino al que le robaron su iPhone. La reacción de muchos sería cabrearse, disgustarse e incluso llorar por haber perdido su teléfono, pero a este joven le preocupaba mucho más haber perdido os en la memoria. ba mlorar por haber perdido toda esta informacilos 1.000 contactos que tenía guardados en la memoria. Así que no se dio por vencido y bombardeo su propio número de teléfono con mensajes rogando al ladrón que le devolviera el teléfono o por lo menos todos sus contactos.
Zou había dado por perdida la causa cuando una mañana apareció un mensajero en su puerta entregándole un paquete. El joven lo abrió rápidamente pensando que era su teléfono pero cuál fue su sorpresa al ver que el paquete no contenía su móvil pero sí 11 pedazos de papel en donde estaban apuntados a mano todos los contactos que tenía en su teléfono.
La historia todavía se vuelve más cómica si recordamos que Zou tenía en su teléfono más de 1.000 contactos guardados con sus números, direcciones de correo y domicilio. Hasta el protagonista de la historia bromeaba con el trabajo que le tenía que haber costado al ladrón. “Lleva mucho tiempo simplemente escribir los números de los contactos desde el primero hasta el último sólo poniendo sus nombres y teléfonos. Esto le habrá dado un buen dolor de manos”. “Aconsejo guardar todos los contactos en cualquier cuenta de sincronización pero al menos si no lo haces el ladrón tiene que pasar mucho tiempo escribiendo”, reía.
