Todos los artículos electrónicos que posees en casa pueden localizarse y ser controlados desde ubicaciones remotas, desde un ordenador hasta un microondas.
Las farolas que alumbras las calles son el objeto principal del proyecto Intellistreets, que espía a los peatones y a los conductores. A la vez que alumbran, disponen de cámaras de vídeo, micrófonos y sistemas de comunicación que aportan información sobre la seguridad pública y su función, en principio, es mejorar los controles de tráfico.
Los smartphones son otra de las tecnologías que todos tenemos y utilizamos constantemente. Tienen una gran capacidad para el almacenar y transferir datos, casi al igual que un ordenador, por lo que puede funcionar como un espía. Un smartphone puede controlarse mediante un software malicioso del cual pueden extraer todos los datos.
Si con los smartphones es posible controlarnos, no van a ser menos los ordenadores. A través de las huellas digitales y las redes sociales pueden conocer cualquier dato del usuario en tiempo real. Más complicada es la privacidad si el ordenador es portátil, ya que cuentan con cámara y micrófono integrado, mediante los que además de controlar todo lo que ocurre en la pantalla, también pueden verte y escucharte si así lo desean.
La televisión es algo con lo que sabemos que, de alguna manera, nos espían, ya que saben qué programas vemos, a qué hora encendemos la televisión, qué anuncios nos interesan, en qué momento estamos en casa… Y por si no es suficiente, la compañía Intel tiene previsto colocar diminutas cámaras en los televisores para registrar las reacciones de las personas y sus preferencias.
