La fibra óptica ayuda a que Internet pueda llegar a casi todos los rincones del planeta. La mayoría de nosotros, imaginamos a Internet como una maravillosa telaraña que conecta y comunica a todo el mundo entre sí. Aunque no tenemos una cabal idea de cuál es el proceso que se desarrolla para que llegue a nuestros hogares y teléfonos móviles.
Quienes impulsaron Internet, hace unos 50 años atrás, no se dieron una cabal idea de lo que Internet significa en la actualidad para la humanidad. En realidad, actualmente más de la mitad de la población mundial utiliza Internet en la mayoría de sus tareas. En todo el planeta, casi el 70% de los hogares tiene conexión a la red de redes. A esto se suman las empresas, tiendas, centros de salud, etcétera. O sea que, más de la mitad de la población mundial está conectada.
¿Cómo se logra que Internet llegue a cada rincón del planeta?
Internet llega a cada uno de nosotros, sin importar donde nos encontremos. El secreto de cómo se distribuye Internet se basa en cables de fibra óptica tendidos en el lecho marino. Alrededor de 300 cables están depositados en los fondos de océanos y mares alrededor del mundo. Forman una verdadera telaraña de fibra óptica. Se puede encontrar en Internet un mapa que muestra el recorrido de todos los cables que integran esta red.
Los cables pertenecen a gigantes de las comunicaciones como Google o Facebook. Atraviesan el océano Atlántico para comunicar las Américas con Europa. Cruzan el Mediterráneo, para comunicar Egipto con el continente Africano. Otros cables están en el lecho del océano Pacífico para llegar a Estados Unidos, Hawái y Japón. Desde este punto alcanzan el continente asiático.
¿Cómo se pueden dañar los cables de fibra óptica en el lecho marino?
Cuando nuestra conexión a Internet falla, queda la duda sobre cual es el problema de origen. Es recomendable estar al tanto de algunos factores que pueden producir la falla. Los accidentes con redes de pesca de profundidad y las anclas de los barcos, pueden afectar los cables al generar roturas en los mismos. Esto provoca interrupciones en el suministro y la necesidad de constantes reparaciones en alta mar.
Pero no solo el hombre es el causante de estos problemas. También los tiburones atacan con sus mordiscos los cables de fibra óptica. Esto sucede porque los cables emiten señales electromagnéticas similares a las que generan algunos peces.
Los tiburones se confunden y cree que es comida. Uno de los primeros lugares donde se descubrió dientes de tiburones en un cable dañado, fue en las Islas Canarias en la década de 1980.
Para evitar este problema, Google comenzó a utilizar Kevlar. Se trata de una fibra que se usa en los chalecos antibalas. Con ella protege los cables. Los cables de fibra óptica, tienen un grosor similar al de una manguera de riego para el jardín.
Estos cables tienen la particularidad de ser bidireccionales, es decir que la información viaja a través de ellos en las dos direcciones. Así es como obtenemos la respuesta al instante al realizar una búsqueda o cuando hacemos una videollamada.
