Jardines verticales de 50 metros iluminan Singapur
La ciudad de Singapur se ha propuesto invertir el orden acostumbrado y hacer “una ciudad dentro de un jardín” en lugar de un jardín dentro de una ciudad. Se trata de un colosal conjunto de jardines llamado Gardens by the Bay, o Jardines de la Bahía, que ocupan un total de 101 hectáreas en el corazón de la ciudad. Los protagonistas de estos jardines son los árboles apodados “Super Trees” o ”súper árboles”, gigantes esculturas de helechos y enredaderas florales. Esta ambiciosa tentativa constituye el gran pulmón de la ciudad y un gran espacio para el ocio.
La estructura de estos mega-árboles está hecha de varillas de metal, con marcos de acero en los troncos pensados para acoger grandes jardines verticales. En el parque Gardens by the Bay se reproducen una gran cantidad de los ecosistemas que se encuentran en el mundo. Los jardines contarán con dos conservatorios de refrigeración «la Cúpula de flores» (bioma fresco y seco) y el «Bosque de Nubes» (bioma húmedo fresco), jardines temáticos de horticultura, jardines patrimoniales y miles de plantas de todo el mundo, siendo el proyecto más grande de este tipo en Singapur.
Dentro de los Jardines de la Bahía se erige un bosque eléctrico de árboles solares. Los árboles proporcionan sombra durante el día y en la noche se iluminan y se convierten en pantallas digitales. Son capaces de generar energía solar y acumulan las aguas de las lluvias para el riego y sistemas de ventilación en los invernaderos. Los jardines también generan energía eléctrica mediante el uso de los residuos de la horticultura, como biocombustibles
Los súper-árboles, como los han denominado, son 18 y tienen entre 25 y 50 metros de altura, algunos de ellos están conectados entre sí por pasarelas. Han sido concebidos para que las plantas puedan trepar, ubicarse a la altura que les quede más cómoda y transformar cada unidad en un organismo vivo, complejo: un ecosiistema, pensado también para pájaros y insectos. Es algo así como un reservorio ideado para preservar especies que eventualmente podrían desaparecer.