Implantan chips a trabajadores suecos
En Epicenter, un nuevo edificio de alta tecnología en Suecia, implantan chips a trabajadores bajo la piel, de forma voluntaria, para realizar tareas como abrir puertas o hacer fotocopias. Aunque se prevé que en poco tiempo se puedan pagar otros servicios, como un café en el bar.
Felicio de Costa tiene un negocio en este edificio, y se ha ofrecido para implantarse el chip. «Decidí que si tenía que entender esta tecnología, debía aceptar y dejarme implantar un chip también».
«Todo el proceso está organizado por un grupo de hackers suecos. Fue uno de sus miembros, un tatuador con aspecto imponente, el que me puso el chip.»
«Antes de probar mi chip, intenté averiguar más sobre qué ideas hay detrás de su desarrollo».
«Hannes Sjoblad, encargado de buscar nuevas herramientas de trabajo, tiene una tarjeta de visita electrónica dentro de su propio chip, al que se puede acceder con un teléfono inteligente».
«Le pregunté si pensaba que la gente quiere realmente llegar a este punto de intimidad con la tecnología».
«‘Ya interactuamos con la tecnología todo el tiempo’, me dijo».
«En la actualidad es un poco lioso, necesitamos códigos pin y contraseñas. ¿No sería más fácil hacerlo todo con un toque de tu mano? Es muy intuitivo».
«Cuando probé mi chip, me di cuenta de que no era para nada intuitivo. Tuve que girar la mano en una posición poco natural para conseguir hacer funcionar una fotocopiadora».
Pero Hannes Sjoblad dice que él y el grupo tienen otro objetivo: prepararnos para el día en el que otros quieran ponernos un chip.
«Queremos ser capaces de entender esta tecnología antes de que las grandes empresas y los grandes gobiernos vengan y nos digan que todo el mundo debería llevar un chip: el chip de los impuestos, el de Google o el de Facebook».