Un fotógrafo experimentó con una mula para demostrar sus avances tecnológicos
Durante el siglo XIX, en el campo de la fotografía, las personas se dedicaron a perseguir un objetivo claro, conseguir que las fotografías fueran instantáneas, pues al principio las cámaras tardaban aproximadamente 10 minutos en capturar la imagen. Para conseguir esto, se investigó reducir el tiempo de exposición. Uno de estos investigadores fue Charles Bennett, fotógrafo británico.
Charles desarrolló una placa seca recubierta de bromuro de plata y gelatina. Con ello consiguió lo que buscaba bajando el tiempo de exposición a nada más y nada menos que un cuarto de segundo, un gran avance. Pero lo curioso fue como mostro al público que lo había conseguido.
El fotógrafo, colocó a una mula con una carga de dinamita en su cabeza. La dinamita estaba conectada mediante un interruptor a la cámara de fotos para que cuando el explosivo fuera detonado la cámara se disparara y tomara la foto al instante. El experimento fue un éxito aunque a costa de la vida de un animal. El haber utilizado un ser vivo para mostrar este avance pudo ser para llamar la atención del público.