El panel publicitario que filtra y descontamina el aire
Lima, capital de Perú, lucha contra los estragos del agua. A pesar de en ocasiones rozar el 98% de humedad, el hecho de estar situado en un desierto costero hace que no reciba casi nada de lluvia al año, creando una escasez extrema. De hecho, cerca de 1,9 de limeños pobres se ven obligados a comprar agua a «traficantes», pagando alrededor de 10 veces más que los residentes mejor situados y con una mejor remuneración por el agua corriente.
Si a todo esto le sumamos el hecho de que el clima casi no tiene viento y un rápido desarrollo económico, hacen que Lima tenga uno de los aires más contaminados de América Latina. Es, como afirma el escritor nativo Daniel Alarcón, «una ciudad con un tráfico terrible, alarmantes tasas de criminalidad y un cielo que es de color gris durante ocho meses al año».
El gremio de la construcción es responsable, en gran parte, de la contaminación de Lima: llena el aire con partículas finas de polvo,metal y piedra, que puede causar enfermedades respiratorias, cáncer de garganta y otros problemas de salud. La Organización Mundial de la Salud clasifica como aire limpio aquel que contiene menos de 10 microgramos de partículas finas por metro cúbico. En Lima el nivel promedio es de 28, y en los distritos pobres, alcanza los 58.
En medio de este caos, estudiantes de la Universidad de Perú de Tecnología e Ingeniería (UTEC) han realizado una campaña de publicidad local, FCB Mayo, para encontrar formas innovadoras y baratas para mejorar la calidad de vida de los limeños y de producir agua.
Su cartel purificador de aire se basa en principios termodinámicos básicos, con una zona de succión que atrapa el aire en un tanque de agua y permitiendo que el aire limpio fluya hacia el otro lado, además de aprovechar la humedad del ambiente y crear agua potable.
Por el momento solo se ha construido un panel, pero la universidad está pensando en crear dos vallas más. Además, el proyecto podría no solo tener éxito en Perú, sino en países como China o India, naciones interesadas en cualquier tecnología que pueda ayudar en su lucha contra la contaminación.
UTEC afirma que en una sola semana de marzo más de 49.000 personas en los bloques de alrededor del sitio de la construcción del panel disfrutaron de 489.000 metros cúbicos de aire purificado. Este trabajo es el equivalente al realizado por 1.200 árboles.
Los procesos naturales son, generalmente, preferibles a aquellos artificiales. Después de todo, los árboles no solo purifican el aire: también proporcionan un ecosistema valioso, conservan el suelo, almacenan agua y protegen contra inundaciones, al mismo tiempo que mejora estéticamente los espacios urbanos y compensa el calor de la ciudad. Sin embargo, los árboles necesitan más tiempo y espacio para crecer.
Mientras tanto, frente la contaminación y las construcciones en Lima, las vallas publicitarias purificadoras son una buena apuesta para ofrecer un soplo de aire fresco.