La fabricación digital, construir casas modulares con impresoras 3D
Las impresoras 3D nos han sorprendido desde que hicieron su aparición no sólo por ver como fabrica de la nada elementos básicos como menaje del hogar, elementos de decoración o hasta prótesis para personas que lo necesitan a un coste infinitamente más bajo comparadas con las habituales. Ahora bien, ¿Hasta qué punto puede cambiar nuestras vidas esta fabricación digital? en los ejemplos que he puesto antes vemos que algo tienen en común, que no son de gran tamaño porque están hechos con impresoras con ciertos límites en ese sentido.
Pero ¿y si pensamos en una impresora industrial, en utilizar este sistema de construcción para hacer elementos mucho más grandes aunque sea por piezas? En ese caso entran en juego las casas modulares, un sistema de fabricación en piezas como su propio nombre indica, que luego son ensambladas. Como todo avance, llega un momento en el que se comparan con otros, y cuando estas casas y las impresoras pusieron cosas en común éste es el resultado que dieron.
Las casas modulares son viviendas construidas en fábricas por piezas con materiales de primera calidad. Los fabricantes y arquitectos del sector tienen la política de que sean respetables con el medio ambiente, la construcción modular son uno de los máximos exponentes del desarrollo sostenible para una calidad de vida mejor para todos, pues la vivienda es la base de nuestro sistema de vida, la cual en muchos países nórdicos, Estados Unidos y Canadá cada vez está mucho más establecida y se pueden ver modelos más familiares que el ejemplo que os mostramos en esta ocasión en determinadas ciudades.
Se trata de una casa autosuficiente realizada en Barcelona por Solar House 2.0. Se diseñó con ordenador durante tres semanas para luego ser fabricada y ensamblada en dos nada menos, los costes por lo tanto se ven reducidos de una forma sustancial.
Esta rapidez la hace posible la fabricación digital, ya que una vez hecho el diseño, sólo hay que fabricar las piezas y ensamblarlas, por otro lado el diseño es totalmente adaptable y personalizable, éste en particular está optimizado dependiendo de la ubicación de la casa con respecto al sol, para poder cargar de energía la casa con sus paneles solares, y para que en verano el sol no entre en la casa calentando demasiado el interior, algo que en invierno ocurre de forma opuesta.
Llega hasta tal punto la eficiencia energética, que si nuestro vecino tiene el mismo sistema y nos faltara a nosotros electricidad, podría pasarnos un poco y nosotros de la misma forma, también podemos cargar esos coches eléctricos que hace años nos parecían lejanos y cada vez vemos más en nuestras calles.
En los sistema tradicionales de construcción todas las piezas tienen que ser iguales, pero al fabricarse con una impresora 3D cada diseño es exclusivo para sacar el máximo rendimiento, tan sencillo como meter en un ordenador los datos necesarios y proceder a la creación de las piezas.
No cabe duda de que la fabricación digital será otro gran avance, poder producir piezas y elementos no sólo para consumo propio sino al tener costes tan bajos y tantas posibilidades, para aquellos que hoy en día les es imposible tener una vivienda.