El futuro ya está aquí, los coches que pueden moverse sin conductor ya son una realidad. Hay varias compañías centradas en conseguir estos coches autónomos, pero la más avanzada por el momento es Google.
La llegada al mercado de los coches robotizados supondrá muchas ventajas, pero sobre todo la reducción del número de muertes a causa de accidentes automovilísticos, ya que éstos provocan la muerte de 1 millón de personas al año, la mayoría debidos a errores e imprudencias de los conductores.
Sin duda, el elemento más importante para su funcionamiento es el telémetro láser que lleva incorporado en el techo. Éste genera un mapa 3D del entorno que rodea al vehículo y lo convierte en datos que van directos al procesador, quién mandará la información de las acciones que deben ir ejecutándose en cada momento. Además cuenta con numerosos sensores, radares y cámaras, que permiten detectar señales de tráficos, sortear objetos e incluso diferenciar a peatones de otros obstáculos estáticos.
El coche funciona con electricidad y realiza funciones tan impresionantes como la de ceder el paso a otros automóviles cuando no tiene prioridad o mostrar intención de seguir avanzando si el conductor con prioridad no sigue con su marcha.
El último paso es conseguir que la ley permita a estos automóviles circular y compartir carreteras y calles con los demás coches no autónomos. Hasta ahora solo algunos estados de EEUU han permitido circular al vehículo de Google, pero únicamente para realizar pruebas, en las que ha recorrido un total de 700.000 millas de manera satisfactoria.
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