El casco actual de buceo originalmente fue ideado para que lo usaran los bomberos
El primer casco de buceo fue diseñado por el inglés Charles Deane en 1823 para ser utilizado por los bomberos en situaciones en las que tuvieran que hacer frente a fuego y humo. Sin embargo los bomberos rápidamente descubrieron que no les favorecía ir a apagar incendios con una masa de metal sobre la cabeza que se calentaba como una olla de cocina. Deane intentó salvar su inversión probándolo bajo agua, y resultó ser un éxito. El casco era hermético, por lo que permitía que una persona respirara bajo el agua sin tener que preocuparse por fugas de aire. Eso sí, el verdadero problema en aquella época era bombear aire fresco hasta dentro del casco.