Cada día la tecnología para aplicar el
coche eléctrico a nuestras vidas avanza. Recargas cada vez más rápidas, mayor potencia en los coches eléctricos, mayor duración de las baterías…
El Reino Unido es uno de los países que más apuesta por esta tecnología, y es que hay muchas ventajas del coche eléctrico frente al motor convencional: la no emisión de gases contaminantes en el propio uso del vehículo, coste de utilización muy bajo, revisiones más económicas, grandes descuentos a la hora de aparcar en parkings o zonas azules, seguros algo más económicos, menor nivel de ruidos (aunque hay mucha gente que disfruta con el sonido del motor de un coche, así que muchos no lo verán como una ventaja), y una potencia del motor constante.
Aunque el tiempo de cargas de las baterías haya disminuido, aún sigue siendo uno de los mayores problemas a la hora de comprar un coche eléctrico, junto con los pocos puntos de carga. Por eso, el Reino Unido quiere ‘matar dos pájaros de un tiro’ y solucionar el problema del tiempo de carga y de los pocos puntos de recarga. Van a comenzar un estudio de 18 meses para probar una tecnología innovadora, unas carreteras que recargarán tu coche eléctrico mientras conduces por ellas: cables eléctricos serán enterrados debajo de la carretera para generar campos electromagnéticos, que serán capturados por una bobina en el interior del vehículo y transformarlo en energía eléctrica.
Este tipo de transferencia eléctrica, llamada inducción, es completamente inocuo para el ser humano ya que el metal de la bobina atraerá toda la electricidad hacia sí mismo.
