Desde que el mundo de las redes sociales llegó a nuestra vidas hemos oído lo de “ten cuidado con la información que subes”, “a ver qué imágenes cuelgas”, “no te fíes de los anónimos”… Y es que una imagen equivocada puede pasarnos factura, como le ha ocurrido a una joven estadounidense de 16 años que ha sido acusada de pornografía infantil tras publicar varios tuits acompañados por fotografías de ella misma desnuda.
No es la primera vez que alguien posa ligero de ropa o desnudo y cuelga esa fotografía en la red, aunque sí es la primera que sabemos que está tipificado como delito en EEUU, tal y como lo asegura la policía de Virginia.
La policía asegura que, aún cuando la propia adolescente ha sido la modelo de esas fotografías la ley es clara y distribuir fotografías de naturaleza sexual de un menor de edad es una conducta tipificada. La acusación, sin embargo, no ha estado exenta de polémica, ya que algunos padres de la misma comunidad de la joven han insistido en que es una respuesta excesiva al problema y que con esta medida, la única afectada sería la propia chica.
Pero la acusación no ha quedado ahí. Stephanie Williams-Ortery, una policía local, ha confirmado que cualquier persona que haya recibido o accedido a estas fotografías y a su vez las haya distribuido también podría ser acusado de distribución de pornografía infantil.
Tras saltar la noticia se han descubierto otros casos como el de una joven canadiense que al encontrar unas fotografías de una chica desnuda en el móvil de su novio y enviarlas a un grupo de amigos fue acusada del mismo delito.
