En 2005, en el portal de compra-venta online eBay se vendía un terreno de dos hectáreas por tan sólo 550€ a 160 kilómetros del norte de Salt Lake, capital del estado de Utah, en Estados Unidos. Zachary Landsberg, que por entonces tenía tan sólo 20 años, compró el terreno sin pensárselo dos veces. Ni si quiera comprobó si lo que estaba haciendo era legal: «todo comenzó como una excusa para hacer un viaje de carretera, como una pequeña aventura, pero eso se ha convertido en algo mucho más grande diez años después».
Situado en medio de la nada desértica y siendo probablemente uno de los lugares más solitarios del mundo, pues el lugar más cercano es una gasolinera a 20 kilómetros de distancia, Zach nombró en aquél terreno la ‘República de Zaqistán’, creando su propio estado.El fundador no considera su pequeño país como una broma o un proyecto sin más, «el objetivo es que sea un país real, y esto requerirá una población permanente y el reconocimiento internacional».
Poco a poco esas metas se van cumpliendo; desde el 2012, Zaqistán tiene una embajada en Argentina, situada en el Nuevo Museo Energía de Arte Contemporáneo de Buenos Aires. Y, a pesar de sus ‘terribles condiciones naturales’, ya que hace un calor terrible por el día y un frío helador por la noche, clima típico de un terreno desértico, tiene ya 500 ciudadanos de al menos 12 países distintos, y 250 personas están en el proceso de tramitación para conseguir su pasaporte.
