Uno de los caprichos del emperador romano Heliogábalo era servir a sus invitados manjares de cera que imitaban los suyos
Uno de los caprichos del emperador romano Heliogábalo (204 – 222) era servir a sus invitados manjares de cera que imitaban a los platos que él degustaba ante los presentes. Éstos eran obligados, bajo pena de muerte, a simular que estaban comiendo.