Esta curiosa idea para derrocar al líder del régimen cubano era, cuanto menos, original. El plan fue elaborado por Thomas A. Parrott, destacado miembro de la CIA en 1975.
El plan consistía en difundir rumores sobre que la segunda venida de Jesucristo era inminente y que éste estaba en contra de Fidel Castro porque era el anticristo. Se difundiría esta información por Cuba y, en la fecha decidida se iniciaría este acontecimiento con bengalas lanzadas desde submarinos estadounidenses próximos a la isla.
Se lanzarían además mensajes desde aviones ocultos, haciendo creer a los cubanos que Jesús les hablaba advirtiéndoles del mal que suponía Castro. Todo esto aderezado con imágenes proyectadas en las nubes y el humo de la pirotecnia.
