Un sacerdote indio se suicidó afirmando que resucitaría
En el año 2007, Manoj Baghel, un sacerdote indio, ingirió veneno prometiendo que tras 72 horas resucitaría. En la localidad de Raigarh, seguidores y fieles aguardaron la resurrección del joven de 25 años. Al consumir el veneno, Manoj declaró a la policía que volvería a la vida en tres días.
Su cuerpo fue rápidamente llevado al hospital tras ser envenenado y allí falleció. Tras su muerte, fue trasladado al templo donde custodiaron su cuerpo en unas instalaciones cerradas bajo llave. En aquel instante debido a la multitud de seguidores que aguardaban la resurrección del sacerdote, la Policía no pudo practicar la autopsia al cadáver del religioso debido a la oposición de la multitud que aguarda ahora su resurrección. Se negaban a dar el cuerpo, todos esperaban la vuelta a la vida del joven.
La Policía esperó para poder hacerse con el cadáver de Manoj hasta que los fieles se convencieran de que no regresaría de entre los muertos.