Un estado de EE.UU. quiere prohibir el protector solar: ¿cuál y por qué?
Su razón se basa en que es perjudicial para el medioambiente.
A principios de este año, el senador del estado de Hawaii, Will Espero, introdujo un proyecto de ley que prohibiría la venta de protectores solares que contengan oxibenzona, puesto que se cree que puedan ser perjudiciales para los arrecifes de coral.
Las aguas que bañan las ocho islas hawaianas contienen más de 410.000 corales, ocupando un tamaño mayor que la tercera isla del estado americano. Debido a su aislamiento geográfico, hay especies de corales que solo se encuentran allí, así que preservarlo es de gran importancia para la biodiversidad.
Will Espero ha puesto en marcha dicho proyecto de ley puesto que varios artículos han llegado a la conclusión -sobre todo uno publicado en 2015 en la revista Environmental Contamination and Toxicology, dirigido por Craig Downs, del Laboratorio Ambiental Haereticus, en Virginia- de que la oxibenzona es tóxica para las algas simbióticas que viven dentro de los corales, que a parte de dar un color característico son claves en la proporción de oxígeno y en la eliminación de los desechos.
Cuando las algas mueren, los corales adquieren un tono más blanquecino, un grave indicio de que están carentes de oxígeno y llenas de residuos, y el coral lucha por sobrevivir. Además, irónicamente, la oxibenzona es más tóxica para esta flora cuando está expuesta a la luz solar.
Cuando las células del coral se exponen a la oxibenzona, se daña su ADN y causan mutaciones perjudiciales: endurecen las estructuras de los corales jóvenes, por ejemplo. Además, no necesita mucha cantidad para ser perjudicial: seis gotas de crema solar en una cantidad de agua similar a una piscina de tamaño olímpico es suficiente para comenzar a matar a los corales; y, de acuerdo con Craig Downs, el mar se lleva entre 6.000 y 14.000 toneladas de protección solar cada año.
Los arrecifes de coral son algunos de los ecosistemas más productivos del mundo; son el criadero de aproximadamente un cuarto de la pesca mundial, y más de mil millones de personas dependen de estos para su sustento. Una revisión económica de la Administración Estadounidense Oceánica y Atmosférica en 2013 encontró que estos arrecifes en Hawaii hicieron ganar al estado más de 356 millones de dólares anuales en ingresos gracias al turismo.