Un condenado a muerte se escapó la noche antes de su ejecución. Murió esa misma noche en una pelea en un bar
Troy Leon Gregg había sido condenado a muerte por asesinar a dos hombres para robarles el 21 de noviembre de 1973. Estas dos personas habían recogido a Gregg y a otro hombre, Dennis Weaver, mientras hacía auto-stop. Tras la reinstauración de la pena capital en EEUU (suspendida temporalmente en 1972), Gregg fue condenado a muerte.
Sin embargo, en la noche previa a su ejecución, Gregg y otros tres asesinos condenados huyeron de la penitenciaría estatal de Georgia, la primera escapada del corredor de la muerte en la historia de ese estado. Habían elaborado uniformes falsos de funcionarios de prisiones (incluidas identificaciones). Serraron los barrotes de su celda y escaparon en un coche que les esperaba en el aparcamiento de visitantes, siendo recogidos por la tía de uno de los presos. Esa misma noche, más tarde, Gregg murió de una paliza tras enzarzarse en una pelea en un bar de Carolina del Norte. Los otros tres fugitivos fueron capturados tres días más tarde.