Tianjin Eco-city, la primera ciudad ecológica del mundo
China se pone a la vanguardia del urbanismo al construir la primera ciudad ecológica del mundo: Tianjin Eco-city, una ciudad alimentada por la energía del sol y del viento. Se espera que en 2020, ya completamente construida y funcionando a pleno rendimiento, la ciudad ocupará una superficie de 30 km cuadrados y albergará a 350 mil habitantes. El costo final de este ambicioso proyecto será de 50.000 millones de yuanes (9.700 millones de dólares).
Un vistazo rápido permite ver la magnitud de este proyecto: las veredas y los complejos de viviendas están presididos por enormes turbinas eólicas; gran parte de la iluminación pública se alimenta con paneles solares, presentes también en tejados y parques. La ecociudad cumplirá con exigentes parámetros de sostenibilidad en cuanto a la calidad del aire y el agua, las emisiones de carbono o la utilización de un transporte ecológico.
Cuando le propusieron al gobierno chino este proyecto, las únicas condiciones que puso es que lo hicieran en un terreno no apto para la agricultura y con agua contaminada. En otras palabras, en un terreno absolutamente inhabitable. Han pasado cinco años desde entonces y la ciudad, ya alberga a 200 familias, que gozan de las comodidades de una ciudad y a su vez, respiran aire puro. Está situada a 45 kilómetros de la ciudad de Tianjin y a 150 kilómetros de la capital china de Beijin.
El objetivo del proyecto Tianjin Eco-city, es demostrar que las ciudades ecológicas no son cosa del futuro, y que, lejos de ser una utopía, hoy en día son perfectamente viables. La ciudad Tianjin Eco-city se encuentra al norte de China y espera estar terminada en el 2020.
“Una diferencia clave entre Tianjin Eco-city y otros proyectos es que desde el primer día hemos desarrollado unos indicadores de funcionamiento muy claros en los que definimos distintos aspectos de sostenibilidad a los que queremos llegar. Tenemos un objetivo, y la comunidad internacional podrá juzgar si los hemos alcanzado con éxito”, explicó Ho Tong Yen, director ejecutivo del proyecto.