Taiwán logró contener el brote de coronavirus: así lo consiguieron
Contra todo pronóstico y pese a su cercanía con China, las islas de Taiwán han mantenido un asombroso y reducido nivel de contagios. A fecha de hoy, el país cuenta 77 casos y un único fallecimiento, datos que seguramente se verán algo incrementados. Cifras que se superan de forma amplia en lugares tan remotos del foco inicial de la pandemia, como España (más de 11.000 contagios) y que seguirán aumentando también en Chile (201), Perú (117), Ecuador (111), México (82) y la gran mayoría de países.
Conociendo al enemigo
A estas alturas todos tenemos claro que, en esta crisis, el principal peligro para la sociedad es la saturación de los recursos sanitarios, y que por ello es prioritario ganar tiempo y ralentizar el ritmo de contagio. En una situación así es primordial reaccionar pronto, dado que el crecimiento en el número de contagios es de tipo exponencial. Tristemente es un tipo de crecimiento difícil de comprender para la mayoría de personas, ya que estamos acostumbrados a trabajar con sumas, multiplicaciones y potencias. Este cálculo va más allá: números que se múltiplican por sí mismos, y cada vez con más frecuencia.
Esto es así debido a que cada contagiado con el virus puede, a su vez, contagiar a otras personas. Y esas personas a otras personas. En el caso del COVID-19 observamos que el número de casos detectados se duplica aproximadamente cada tres días. Un primer contagio en tu país, luego 2, luego 4, luego 8, 16, 32, 64… La principal estrategia para atajar la alta incidencia de casos es ponérselo dificil al virus. Restringir las interacciones entre personas ha resultado ser una manera efectiva de reducir la propagación del virus hasta alcanzar niveles asumibles por la sanidad. Después de dos largos meses China logró controlar la penetración del virus.
Otro grave peligro es la invisibilidad de la epidemia, ya que una persona infectada puede tardar numerosos días en mostrar síntomas, y sin embargo contagiar durante todo ese tiempo de incubación a las personas de su alrededor. Según una urgente publicación de ayer en la revista Science, se estima que hasta dos terceras partes de los contagios serían provocados por casos no detectados.
Y otro dato terrible: las personas infectadas tienen mayores probabilidades de fallecer cuanto mayor es su edad. Además son especialmente afectados aquellos con problemas respiratorios. Muchos de estos pacientes entran en estado crítico y necesitan ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital. Se trata de zonas altamente cualificadas que prestan atención contínua a los enfermos, y están sujetas a un elevado estrés. El problema que deben soportar las UCI en esta crisis pandémica es que disponen de un número limitado de camas y personal sanitario. Porque no debemos olvidar que el resto de enfermedades, accidentes, infartos y problemas graves no se van de vacaciones, sino que continúan afectando la salud de las personas.
Además de todo esto, algunas voces afirman que hasta el 60% de la población mundial podría verse contagiada por el COVID-19. Se trata de muy malas noticias para las personas de cierta edad, con la correspondiente ansiedad e incertidumbre que ocasionará en ellas. Otro motivo más para ganar tiempo y demorar los contagios todo lo posible, dado que todavía no existe medicina ni cura alguna. China anunció ayer la creación de una vacuna recombinante contra el nuevo coronavirus, sin embargo, tardará bastante tiempo en estar disponible.
Por todo ello, el aislamiento de las personas que no tienen síntomas es un gesto solidario y necesario. El diario Washington Post publicó en su web un artículo con una simulación visual del comportamiento de un virus y los efectos que tienen las medidas de confinamiento.
Saben que están juntos en esto, lo cual los predispone a cumplir con las medidas implementadas por el gobierno
¿Qué medidas tomó Taiwán?
- Acción preventiva
En Taiwán fueron capaces de reconocer la escala que podía alcanzar el virus en una fase temprana del brote. Esto les permitió adelantar acciones preventivas. La crisis de SARS en 2002 les sirvió de preparación y aprendieron a integrar datos de diversas fuentes a disposición del Centro Nacional de Acción en Salud. - Control de fronteras
En una fase temprana, el gobierno introdujo leyes de salud pública, cierre de fronteras con China, Hong Kong y Macao y, entre otras medidas, prohibió exportar mascarillas. Esto facilitó al gobierno la asignación de recursos. - Tecnología
La integración de datos de inmigración y aduanas con el seguro nacional de salud. Una combinación que permitió a los médicos identificar pacientes sospechosos de contagio en base a su historial de viaje. Se facilitó también que los viajeros pudieran informar a las autoridades de cualquier síntoma, con tan solo escanear un código QR a su llegada al país. Después recibirían un mensaje con el diagnóstico. Esto fue determinante para clasificar a los contagiados de forma precoz y adecuada, facilitando el seguimiento. - Participación ciudadana
Los taiwaneses todavía tienen fresco el recuerdo de las dificultades que experimentaron con el SARS. El sentido de comunidad de la población Taiwanesa les predispuso a cumplir las regulaciones y responder al brote. En palabras del Dr. Chunhuei Chi (Universidad Estatal de Oregón): «Saben que están juntos en esto, lo cual los predispone a cumplir con las medidas implementadas por el gobierno».
- Investigación médica
También destaca el Dr. Chi que la inversión en investigación taiwanesa de las últimas décadas ha permitido disponer de equipos preparados para producir pruebas de diagnóstico rápido para COVID-19. Un reciente desarrollo les podría permitir la producción de una nueva prueba rápida, la cual permitiría el diagnóstico del coronavirus en 20 minutos. - Intercambio internacional
Taiwán comparte los avances de las investigaciones y las estrategia de prevención de epidemias con otros países, ayudándolos a combatir la pandemia. A pesar del bloqueo impuesto por Pekín para que Taiwán no se una a la OMS, el pequeño país apostó fuertemente por la transparencia y se comprometió con otros países en cuestiones de salud pública.
Otras medidas decisivas de Taiwán
- Antes de confirmarse la transmisión entre humanos (20 de enero), los pasajeros procedentes de Wuhan ya eran sujetos a exámenes de salud.
- También el 20 de enero se estableció un centro de mando centralizado para la epidemia. Se recopiló una lista de 124 puntos, incluyendo control de fronteras, normativas para trabajadores y escuelas, y planes de comunicación y gestión de recursos para hospitales.
- El 1 de febrero, Taiwán, junto con Hong Kong y Singapur, implementaron de forma proactiva restricciones de viaje a pasajeros proveniente del continente asiático, a pesar de la insistencia de la OMS, la cual afirmaba que no era necesario restringir los viajes. Estas precauciones implicaron un coste económico significativo, ya que su turismo y sus aeropuertos dependen principalmente de China continental.
- El 2 de febrero se anunció que las escuelas de primaria y secundaria se cerrarían hasta el 25 de febrero.
- A principios de febrero, el centro de mando de epidemias solicitó la movilización de recursos militares.
- La Corporación taiwanesa de Tabaco y Licores, y la Corporación Azucarera aumentaron su producción de alcohol un 75 % para garantizar el suministro de alcohol sanitario.
- Se prohibió la exportación de termómetros digitales entre el 4 y el 31 de marzo.
- El pasado lunes (16 de marzo), la administración presidencial decidió que varias industrias del país se encargarían de producir en masa atuendos sanitarios (batines), eliminando su dependencia con la estadounidense DuPont.
«Si pensamos que contener una epidemia es como correr los 100 metros lisos, podemos afirmar que Taiwán salió con ventaja por estar preparados», afirma el doctor C. Jason Wang, director del CPOP en la Universidad de Stanford.
La rápida movilización de Taiwán contrasta con Corea del Sur y Japón, países también próximos a China y con sistemas de salud avanzados. La lenta reacción les ha costado críticas y les ha llevado a sendos brotes de contagios.
Estamos siendo testigos de muchas medidas, más o menos restrictivas, que con seguridad van a alterar nuestras vidas durante un largo periodo. Aprendamos de este país con 23 millones de habitantes. Nos deja una serie de lecciones que algunos países están todavía a tiempo de aplicar en esta crisis, y muy probablemente en futuras epidemias.