¿Quieres descubrir mentiras de un vistazo? haz este ejercicio a diario
La inteligencia intuitiva, es fundamental para detectar mentiras y conflictos internos y consiste en racionalizar una realidad instintiva del cerebro.
Las primeras impresiones no sólo tienen un gran impacto al formarnos la idea de cómo son los demás cuando apenas los estamos conociendo, también pueden ser utilizadas para detectar mentiras, entre muchas otras cosas.
Cada vez que conocemos a alguien o llegamos a un lugar por primera vez, nuestro cerebro debe
“clasificar” y manejar muy rápidamente la información nueva que está entrando a raudales. En esos momentos en los cuales tenemos un estímulo novedoso fuerte, nuestra mente trabaja casi al doble de velocidad (y consumiendo el equivalente en glucosa), para poder procesar esa nueva experiencia y reaccionar si es necesario.
En ese estado, el cerebro es capaz de interpretar señales no verbales de manera mucho más rápida y eficiente que cuando hemos visto a esa persona, o entrado a ese lugar, varias veces.
El caso es que ese estado de super-percepción hacia lo novedoso puede ser entrenado con un ejercicio muy sencillo que puedes practicar a diario sin que nadie se dé cuenta. Dado que nuestro cerebro entra en este estado cuando ingresa información nueva, inicialmente, lo que necesitamos hacer es ver a las personas con las que interactuamos diariamente, como si no supiéramos quienes son. Como si tuviésemos amnesia…
Trata de recordar cómo te sentiste la primera vez que entraste al lugar donde trabajas actualmente. ¿Lo recuerdas? quizá te sentías algo confundido. De la misma manera, trata de recordar la primera vez que te presentaron a alguien que conoces bien. ¿Cómo te imaginabas que sería esa persona, cuando le diste el primer vistazo?
El segundo paso del ejercicio consiste en que la próxima vez que entres a ese lugar o veas a esa persona, trata de sentirte como en esa primera percepción. Trata de repetir esa sensación, de ver a las cosas y a las personas como si fuesen totalmente nuevas para tí.
Suena raro, pero funciona. Hazlo a diario, no importa si es con el mismo lugar o la misma persona. Con el tiempo, aprenderás a replicar esa sensación de “novedad” en todo momento… y tu cerebro se activará al 200%.