El uso de pantalones y faldas no fue por imposiciones de la moda. Si no más bien por comodidad. Determinada ropa iba mejor con algunas actividades particulares. La libertad de movimientos en la acción determinaron el empleo de una prenda u otra. Sin embargo, en la antigüedad socialmente, pantalones y faldas eran para hombre y mujer respectivamente. Aunque hay dudas como ¿por qué los hombres dejaron de utilizar falda y tacones?, y ¿por qué era mal visto que las mujeres lucieran pantalones?
¿Quiénes lucían en la antigüedad pantalones y faldas?
En respuesta se puede decir que los tacones eran de empleo masculino antes que femenino. Lo mismo puede decirse de las faldas y el maquillaje. Según la historiadora Maude Bass-Krueger, los primeros hombres en usar tacones fueron los jinetes persas en el siglo X. Esto les permitía mantener las botas en el estribo de los caballos con más facilidad.
Aunque fue en el siglo XVII en que la moda de los tacones llegó a la aristocracia europea. El uso de tacones se convirtió en esa época en símbolo de virilidad y de poder. El ejemplo que propone la historiadora es en la época de Luis XIV. Cuanto más rojos y altos los tacones utilizados por los hombres, más poder detentaba quien los utilizaba. El rey Luis XIV solo permitía el empleo de tacones rojos a sus personas más allegadas.
Ambos sexos usaban faldas
Recién en el siglo XVIII los tacones altos llegan a la moda femenina. Y también rebalsaron en altura a los utilizados por los hombres. Sin embargo, recién fue durante la Revolución Francesa el momento que acabó con el uso de tacones en los hombres. Al ser una moda impuesta por la aristocracia, quedó en el pasado.
También las faldas eran compartidas por hombres y mujeres en forma habitual. Sin embargo, en las pasarelas de moda de la actualidad es común ver hombres luciendo faldas. Aunque es una prenda femenina por excelencia. Los Aztecas, Egipcios, Romanos y Griegos empleaban faldas, túnicas y togas habitualmente.
Inicialmente, el pantalón solo lo usaban los hombres
Los pantalones únicamente se empleaban para cabalgar, por un sentido de comodidad. Las faldas eran más fáciles de confeccionar y de vestir. Aunque las diferencias entre prendas masculinas y femeninas comenzó en el siglo XIV. Según el libro Historia de la Moda de Giorgio Riello, la moda se convirtió en un símbolo de rivalidad social. La jerarquización de la sociedad de entonces lo exigía así.
El pantalón no era una prenda masculina por excelencia aún. El Zar Pedro I impuso por ley la obligación para los hombres rusos de usar pantalones en 1701. Los clérigos y granjeros eran los únicos exceptuados por la ley.
El pantalón se ha impuesto como un símbolo sexista muy importante. Durante gran parte del siglo XX las mujeres eran mal vistas cuando vestían pantalones. Según la historiadora Christine Bard, la conquista del pantalón por la mujer tuvo que ver con el derecho al sufragio. Según Bard, el pantalón se politizó y relacionó con el poder.
Poco antes de la revolución francesa, el pantalón era una prenda de pobres y bárbaros. Aunque a partir de 1789 se oficializó el uso de los sans culottes. Estos “calzones largos sin pies” fueron símbolo de modernidad y revolución.
Sin embargo, en el siglo XIX la mujer que utilizaba pantalones era considerada una travestida. En 1800 se les prohibía por ley a las mujeres francesas vestir ropa masculina y eso incluía los pantalones. Recién después de los años 60, la mujer comenzó liberarse y emplear pantalones a la par que los hombres.
