¿Por qué hemos desarrollado tantos idiomas?
Una nueva investigación sugiere que podría haber una explicación sobre por qué se forman diferentes idiomas, y la clave estaría en el entorno en el que se habla. Dicho estudio ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Nuevo México y el Laboratorio Dyamique du Langage-CNRS en Francia.
El equipo, dirigido por la Universidad de Ian Maddieson de Nuevo México, examinó un total de 628 idiomas en todo el mundo. Se miraron la prevalencia de las vocales y las consonantes de cada uno, y se buscaba una relación con las condiciones climáticas y ambientales en las que se hablan. Al hacerlo, encontraron una relación entre la forma en que suena y se utilizan sílabas, y la temperatura media anual, al lluvia, el grado de cobertura de árboles y la ‘montañidad’ de la zona.
De acuerdo con una declaración difundida por los investigadores, estos hallazgos sugieren que la adaptación acústica podría, en parte, explicar la evolución de los diferentes en todo el mundo. Esta noción se refiere a las formas en que las especies alteran su comunicación vocal con el fin de maximizar la transmisión de sonido en su entorno. Por ejemplo, las consonantes, que se caracterizan por altas frecuencias, son más fácilmente distorsionadas en las zonas boscosas, ya que estas ondas de sonido pueden ser desviadas por la vegetación. Igualmente, las altas temperaturas pueden causar que el aire altere el camino de sus ondas y haga a las consonantes más difíciles de oír.
En consecuencia, se encontró que las lenguas originarias de zonas calientes con cobertura arbórea densa tienden a utilizar menos consonantes, y en cambio se caracterizan por una mayor prevalencia de sonidos de las vocales, que se transmiten en las frecuencias más bajas. Se cree que la adaptación acústica puede ser responsable de una cuarta parte de la variación en las vocales y el uso de consonantes entre idiomas.
Aunque esto, obviamente, deja una gran cantidad de espacio para otros factores de influencia, puede en cierto modo explicar las enormes diferencias entre las lenguas de todo el mundo. Por ejemplo, el idioma ‘!xóõ’ (también conocido como Taa), que se habla en partes de Botswana y Namibia, utiliza más vocales que cualquier otro lenguaje y también es famosa por sus sonidos de ‘clicks’. En el otro extremo, el ahora extinto idioma ubijé tenía tan sólo dos vocales y 81 consonantes.
Anteriormente, el concepto de adaptación acústica se había aplicado a los pájaros cantores, que se encontraron para explicar la diferencia de frecuencias de sus canciones en función del nivel de la vegetación de su hábitat. Mediante la aplicación de la teoría del lenguaje humano, el equipo cree que han arrojado nueva luz sobre cómo los sistemas inteligibles de comunicación surgieron de los gruñidos y vocalizaciones genéricos que se hacía en épocas primigenias.