Tenemos muy asumida la tradición de comer doce uvas antes de la llegada del Año Nuevo, de hecho la mayoría de nosotros, tenemos la costumbre de terminar así el año, sin embargo, no sabemos por qué lo hacemos. Existen varias teorías que intentan explicar el origen de este acto tan simbólico en Nochevieja. Aquí te las contamos.
Al parecer esta tradición empezó como una burla ocasionada por el enfado de los madrileños con un bando municipal del alcalde de Madrid (José Abascal y Carredano) en 1882. El día en que llegaban los Reyes Magos, el día 5 de Enero, era un día de fiesta en el que se permitía beber en la calle y hacer mucho ruido con la excusa de recibir a los Reyes.
Con este bando José Abascal privó a los madrileños de la posibilidad de disfrutar de un día de fiesta en donde se permitía casi todo: Todos aquellos que quisieran salir a la calle deberían pagar 1 duro, un precio bastante elevado para aquella época, así que muchos madrileños no podían permitirse acudir a este evento.
Las familias acomodadas que si podían festejar la llegada de los reyes magos a lo grande, tenían la costumbre de tomar uvas y champán en la cena de Nochevieja. Esta costumbre burguesa fue objeto de burla por parte de muchos madrileños, que decidieron ironizarla acudiendo a la Puerta del Sol para tomar uvas al son de las campanadas.
La prensa madrileña ya comentaba en enero de 1897:»Es costumbre madrileña comer doce uvas al dar las doce horas en el reloj que separa el año saliente del entrante». Al año siguiente la prensa animaba a esta tradición con un artículo titulado «Las Uvas milagrosas».
Otra teoría vincula esta tradición al mercado agricultor. En 1909 los agricultores levantinos de Almería, Murcia y Alicante, cosecharon un excedente de uva y con el objeto rentabilizarlo en el mercado lograron popularizar esta costumbre y darle el impulso definitivo que, desde entonces, acabaría por convertirla en consolidada tradición.
También se cree que esta tradición tiene precedentes en Francia. Al parecer en el año 1907 la prensa española se quejó del origen de esta tradición, ya que se suponía llegó desde Francia o, quizá, Alemania, concretamente de los aristócratas que celebraban la entrada del año de esta forma. Se dice que los ciudadanos de estratos sociales más humildes también decidieron burlarse de este acto, hasta que, sin quererlo, terminó extendiéndose y convirtiéndose en una tradición.
La retransmisión de las doce campanadas comenzó en Televisión Española en el año 1962, anteriormente se seguía únicamente por radio. Durante muchos años, cuando sólo existían dos cadenas de televisión pública, se televisaron desde la Puerta del Sol de Madrid. En 1972 se empezó transmitir también desde Barcelona y en años posteriores se extendió a muchas otras ciudades.
El porqué de justamente, doce uvas no se tiene claro. Quizás es por los «doce meses», una uva por cada mes… Según la tradición el que se coma las doce uvas al compás de las campanadas tendrá un año próspero.
