Perder más de 1 kg a la semana puede tener consecuencias negativas para el corazón.

Adelgazar en verano se ha convertido en una costumbre de nuestro tiempo. En España el 37,65% de la población padece sobrepeso y el 16% sufre obesidad y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo hay más de 1.000 millones de adultos con sobrepeso. De éstos, 300 millones son obesos, según datos de la Fundación Española del Corazón (FEC).

Las dietas más populares actualmente son las pobres en proteínas, basadas en la pérdida de peso a expensas de la masa muscular y que pueden tener consecuencias negativas sobre el corazón. Por otro lado, las dietas ricas en proteínas y pobres en hidratos de carbono ofrecen resultados rápidos basados en carne, huevos y otros alimentos hiperproteicos dejando fuera los alimentos ricos en hidratos de carbono, como las patatas, las verduras, las frutas, las hortalizas y los cereales. Estas dietas pueden provocar deshidratación y elevar los niveles de colesterol, factores de riesgo cardiovascular.

«Hay que vigilar las dietas para el control de la obesidad, mejor hacer ejercicio físico regularmente y reducir la cantidad de calorías que ingerimos y el tamaño de las raciones, pero conservando una dieta variada y equilibrada que no olvide nada de nuestra dieta mediterránea: los pescados, frutas y verduras, lácteos descremados, cereales…» explica la Dra. Mª Nieves Tarín Vicente, miembro de la FEC, cardióloga y subdirectora médica del Hospital Universitario de Móstoles. Una dieta equilibrada es la que incluye gran variedad de alimentos, sin olvidar frutas, verduras, pescados, carnes magras y cereales. Con un 45-65% de las calorías provenientes de los hidratos de carbono, 20-35% de las grasas y un 10-35% de las proteínas. «La dieta comienza con los alimentos que compramos y sigue por cómo los cocinamos (elegir al vapor, sin rebozar, sin grasa…)», insisten desde la FEC.

Fuente http://www.noticiasmedicas.es/medicina/n...
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