Durante el periodo de educación de un niño, los padres utilizan con bastante frecuencia un montón de mentiras. Según un estudio realizado en noviembre de 2012 por Warburtons en el que participaron más de 2000 familias, indica que más de 90% de padres del Reino Unido utilizan la mentira como una herramienta para que los niños se comporten de determinadas maneras.
Las más tradicionales suelen el ratoncito Pérez, Santa Claus e incluso nuevas como “la princesa que vive en la barriga”. Según un promedio, un padre cuenta a su hijo más de 3000 mentiras durante la niñez de este. Estas mentiras son llamadas mentiras funcionales. Un equipo de psicólogos de la universidad de California hizo una investigación internacional que contó con familias estadounidenses y familias chinas. Según los resultados, el 84% de los padres estadounidense utilizaban estas mentiras mientras que las familias chinas, un 98%.
A todas las familias de este estudio se les preguntó el porqué utilizaban este tipo de mentiras. Las respuestas destacaban la eficacia de las mentiras, sobre todo, en el comportamiento de los niños y que los padres creen que los niños son incapaces de comprender la verdad a esas edades.
