¿Quién es el culpable? Los rascacielos. Es la conclusión de un estudio sobre el futuro de esta ciudad. Sí: Nueva York se está hundiendo. El artículo se publicó en Earth Future.
La ciudad se sumerge entre uno y dos milímetros al año debido al peso de sus altísimos edificios. Pero algunas partes de la ciudad se hunden mucho más rápido. Casi al mismo ritmo que las placas tectónicas rebotan cuando se derriten los glaciares.
Lento hundimiento
La deformación podría suponer un problema para esta ciudad de baja altitud, en la que viven más de ocho millones de personas. Se espera desarrollar estrategias para contrarrestar el creciente riesgo de inundaciones y el aumento del nivel del mar.
«El objetivo del informe es crear conciencia. Cada edificio de gran altura que se construya en zonas costeras, fluviales o lacustres podría contribuir al riesgo». Lo escribe el geólogo Tom Parsons, del Servicio Geológico de Estados Unidos.
¿Qué se hizo en este nuevo estudio? Calcularon la masa acumulada de los más de un millón de edificios de Nueva York. Resultó ser de 764.000.000.000 kilos. Convirtieron la masa de los edificios en presión descendente teniendo en cuenta la fuerza de la gravedad.
Los suelos ricos en arcilla y los rellenos artificiales son especialmente propensos al hundimiento. La media en un lugar de muestra del Bajo Manhattan es de 294 mm. Se comparó esto con datos de satélite que miden la altura de la superficie terrestre. El equipo trazó sus estimaciones de hundimiento en toda la ciudad.
Emblemática
Nueva York se está hundiendo. Ocupa el tercer lugar en cuanto a su exposición a futuras inundaciones. Gran parte del Bajo Manhattan se encuentra a solo uno y dos metros por encima del nivel actual del mar.
«Nueva York es emblemática entre las ciudades costeras que se están hundiendo. Hay un desafío global compartido de mitigación contra un creciente peligro de inundación», concluyen. Un estudio realizado en 2022 en 99 ciudades costeras concluye que el hundimiento de la tierra podría ser un problema mayor que la subida del nivel del mar. En la mayoría de las ciudades estudiadas, el terreno se hunde más rápido de lo que sube el nivel del mar. Los habitantes sufrirán inundaciones antes de lo previsto por los modelos climáticos.
