Una mujer utiliza animales muertos para crear sus obras de arte
Katinka Simonse, alias “Tinkerbell”, es una “artista” que desde 2004 utiliza animales para crear sus “obras”. Todo comenzó cuando mató a su gata para convertirla posteriormente en un bolso pues el animal “siempre se quedaba muy triste cuando ella se iba y de esa manera la podía llevársela con ella”. La joven colgó las instrucciones sobre la transformación gatuna en facebook y en un video en youtube, acto por el que recibió numerosas amenazas e insultos a su correo electrónico.
Pese a las múltiples críticas que ha recibido por parte de ecologistas y defensores de los animales, el trabajo de Simonse ha llegado mucho más allá que convertir a un gato en bolso. Ha construido marionetas con hámster y juguetes con pollitos e incluso un puzle utilizando el cadáver de un dálmata. Ella defiende sus hechos como arte, como una actividad que hace cualquier taxidermista y expone sus grotescos inventos en una galería en Holanda.
Algunos la tachan de una perturbada que se ha quedado en la infancia de querer estar “rodeada de animalitos” y, de hecho, tiene una obra titulada “My little pony” que es un caballo al que le ha pegado unos ojos tipo manga japonés. Ella, por su parte, mastica las críticas que recibe y llegó a escribir un libro con las primeras amenazas que recibió titulado “My dearest Tinkerbell” donde recogía los nombres, direcciones y teléfonos de sus remitentes.