Los animales salvajes se acercan continuamente a la frontera norte de Israel provocando falsas alarmas y avisando en vano a los soldados israelíes.
La mayoría de veces suelen ser jabalíes, que no dejan dormir a los soldados ya que regularmente activan las alarmas al acercarse a las barreras dotadas de dispositivos electrónicos.
Los militares se pusieron en contacto con el zoológico de Tel Aviv, que les trajeron sacos llenos de excrementos de león. “Era insoportable que los animales hicieran funcionar las alarmas y provocaran un estruendo cada noche”, declaró el portavoz de los militares.
Aunque parezca un método absurdo funciona bastante y hasta lo usan los agricultores israelíes.
