Los pavos que se crían para Acción de Gracias tienen las pechugas tan grandes que les impiden copular
Debido a que las pechugas son unas de las partes del pavo que más se comen, los granjeros los han criado para que las tengan más y más grandes. La mayoría de los pavos consumidos proceden de inseminación artificial (83%). Las pechugas les complican el coito por lo que la inseminación artificial es necesaria si se quieren obtener más ejemplares.