Acumulamos recursos. Es una conducta instintiva: también las hormigas guardan para el invierno. Pero tal vez nos hemos excedido un poco. Eso lo demuestra la relación de peso entre los objetos creados y la humanidad. Actualmente, los objetos sobre el planeta pesan más que los seres vivos.
Acumulando
Existe algo llamado el síndrome de Diógenes. Es un trastorno caracterizado por la acumulación de pertenencias varias. Incluso, basura y desperdicios en la propia casa. Podríamos estar reproduciendo esta patología a escala planetaria.
Así lo evidencia un nuevo estudio titulado Global human-made mass exceeds all living biomass. Dice que la faz de la Tierra en el siglo XXI se está viendo afectada de una manera sin precedentes. La producción y acumulación de objetos creados por el hombre supera todo límite.
Carreteras, edificios, barcos, coches, ropa… la infraestructura de la vida diaria ahora pesa aproximadamente 1,1 billones de toneladas métricas. Es el peso seco combinado de todas las plantas, animales, hongos, bacterias, arqueas y protistas en el planeta. La creación de esta masa creada por el hombre se aceleró rápidamente en los últimos 120 años. Los objetos artificiales han pasado de solo el 3% de la biomasa del mundo en 1900 a su nivel actual. Cada semana se produce el peso corporal promedio de los 7.700 millones de personas que habitan el planeta. Los plásticos del mundo por sí solos ahora pesan el doble que los animales marinos y terrestres.
Somos responsables
«No podemos pensar que solo somos una especie pequeña entre muchas» declara Ron Milo, coautor del estudio. «Estos números deberían ser una llamada de atención. Nos dicen algo sobre la responsabilidad que tenemos”, añade.
Fue luego de la Segunda Guerra Mundial que empezó «la Gran Aceleración». Se caracterizó por un mayor consumo y desarrollo urbano. «Con esta tendencia, la masa antropogénica superará las 3 teratoneladas para 2040. Casi el triple de la biomasa seca de la Tierra», continúa Milo. Más del 50% de esta se corresponde con hormigón, grava y otros materiales de construcción. Los ladrillos, asfalto, metales, plástico y otros materiales representan por su parte aproximadamente un 19% del total.
Los objetos sobre el planeta pesan más que los seres vivos en total, «Y toda esa nueva masa tarde o temprano se convertirá en un desperdicio que tendrá que ser tratado». Lo dice Fridolin Krausmann, de la universidad de Viena, revisor por pares del trabajo. “En los próximos 20 años, obtendremos tantos desperdicios como en los últimos 110 años juntos”, continúa. “La mayor parte de lo que tenemos ahora se ha construido desde la década de 1960. Ahora todo esto está llegando al final de su vida útil».
No es que tengas que volverte zen. Solo piensa, la próxima vez que vayas de compras, si en realidad necesitas todo eso.
