Los españoles de la Edad de Bronce tuvieron a zorros como mascota
Un grupo de arqueólogos que han cavado Can Roqueta (Barcelona) y Minferri (Lleida) ha descubierto los restos de cuatro zorros en un total de 64 entierros humanos. También, habían huesos de un lobo, 32 perros y otros 19 mamíferos con pezuñas aún por identificar, que revelan una práctica funeraria temprana en la Edad de Bronce.
Al analizar los isótopos de carbono y nitrógeno en el colágeno óseo, el equipo pudo deducir las dietas de los animales y sus dueños. Descubrieron que la dieta de los perros se parecía más a la de los humanos que a las de otros mamíferos.
Los resultados también sugieren que los hombres de la Edad de Bronce tenían una dieta más carnívora que las mujeres. La comida que comen los perros parece ser más similar a la que comían las mujeres y los niños, posiblemente porque se quedaban con las sobras. Esto puede implicar que los perros estaban más estrechamente relacionados con el entorno doméstico, según la coautora del estudio Aurora Grandal d’Anglade, de la Universidad de A Coruña.
El análisis revela que los perros más grandes (y al menos uno de los zorros) tenían una dieta especialmente rica en cereales, posiblemente por ser buenos portadores de herramientas. «Estos ejemplares también muestran signos de trastornos en la columna vertebral relacionados con el transporte de objetos pesados», afirma otra de las coautoras, Silvia Albizuri Canadell, una arqueozoóloga de la Universidad de Barcelona.
En cuanto a los zorros, los resultados muestran una dieta variada que a veces se parecía a la de los perros, aunque en otras ocasiones parecía más a la de un animal salvaje. Uno de los encontrados en Can Roqueta tenía una dieta similar a la de un perro cachorro.
«El caso del zorro de Can Roqueta es muy especial porque es un animal viejo, con una pata rota», añade Aurora. «La fractura todavía estaba en un proceso de curación y muestra signos de haber sido inmovilizada y curada por los humanos».
«Lo interpretamos como un animal doméstico que vivió durante mucho tiempo con los humanos», concluye.