Los curiosos discos de oro que mandó la NASA a posibles extraterrestes.
Entre los años 70 y 80, la NASA mandó dos sondas espaciales, Voyager 1 y Voyager 2, al espacio exterior con el objetivo de contactar con otras especies inteligentes que pudieran existir fuera del sistema solar. Ambas sondas llevan consigo un disco de oro ideado para dar a conocer la especie humana a posibles extraterrestres.
Los discos cuentan con una selección de hora y media de duración, de música proveniente de varias partes y culturas del mundo, un saludo en inglés de la Secretaría General de la ONU y varios saludos en 55 idiomas humanos.
Por ejemplo en árabe, escribieron:
تحياتنا للأصدقاء في النجوم. يا ليت يجمعنا الزمان . Taḥiyyātunā lil-‘aṣdiqā’ fil-nujūm. Yā laytā yajma`unā al-zamān (Saludos a nuestros amigos en las estrellas. Que el tiempo nos una)
En mandarín:
各位都好吧?我们都很想念你们,有空请到这来玩 (¿Cómo están todos? Deseamos mucho conocerles, si tienen tiempo vengan a visitarnos por favor)
En indonesio:
Selamat malam hadirin sekalian, selamat berpisah dan sampai bertemu lagi dilain waktu (Buenas tardes, señoras y señores. Adiós y los veo la próxima vez).
La grabación además contiene un ensayo llamado Sonidos de la Tierra: una mezcla de sonidos característicos del planeta (lluvia, truenos, el canto de un pájaro…).
También incluye 115 imágenes donde se describen las características físicas y químicas de la Tierra, la anatomía del cuerpo humano y las características de las diferentes sociedades humanas. Incluye además una especie de manual de biología, donde se detallan las diferentes formas de vida en la tierra (animales, plantas…). Así como un explicación acerca de nuestro lenguaje científico, las unidades de medida que utilizamos (Km, Kg…) y las coordenadas exactas de nuestro sistema solar (así sabrán donde encontrarnos).
Son curiosas las imágenes de paisajes terrestres y personas: Dunas de arena, bosque con hongos, una secuoya cubierta de nieve, el otoño (caída de las hojas de los árboles), niños con un globo terráqueo, una carretera moderna con coches (Ithaca, Nueva York), Isla Heron (Gran Barrera de Coral – Australia), un supermercado…
Los Discos de oro también contienen una grabación de una hora de duración con las ondas cerebrales de Ann Druyan, la esposa del astrónomo Carl Sagan, quien ideó los famosos discos. El astrónomo pensó que quizás esos supuestos extraterrestres serían capaces de interpretar las ondas cerebrales del pensamiento de alguien.
En el Epílogo del libro Miles de millones, Druyan describe la experiencia.
«fui a un laboratorio del hospital Bellevue, de Nueva York, y me conectaron a un ordenador que convertía en sonidos todos los datos de mi cerebro y de mi corazón. Durante una hora había repasado la información que deseaba transmitir. Empecé pensando en la historia de la Tierra y de la vida que alberga. Del mejor modo que pude intenté reflexionar sobre la historia de las ideas y de la organización social humana.
Pensé en la situación en que se encontraba nuestra civilización y en la violencia y la pobreza que convierten este planeta en un infierno para tantos de sus habitantes. Hacia el final me permití una manifestación personal sobre lo que significaba enamorarse.»
En fin, si alguien encuentra estos discos, tendrá una descripción bien detallada de la Tierra y la especie humana…