Los niños que desarrollan el pene al llegar a los 12 años
Al nacer, a todos los efectos, parecen ser niñas. Pero cuando cuando cumplen los 12 años, un grupo de preadolescentes de República Dominicana cambian completamente: desarrollan sus pechos, pero también sus testículos y el pene.
Esta condición intersexual tan extraordinaria, conocida médicamente como «deficiencia de la 5-alfa-reductasa», ha sido documentada para una nueva serie de la BBC2, «Cuenta atrás para la vida», que echa un vistazo a la forma en que nos desarrollamos en el útero y cómo nos impactan los cambios que sufrimos en el desarrollo de nuestras vidas. En el programa con uno de estos «Guevedoces», como les conocen por aquellas tierras, llamado Johnny.
En declaraciones al presentador y periodista Michael Mosley, Johnny describe su infancia y cómo se crió como una nilla, llamada Felecitia. «Nunca me ha gustado vestir como una chica, y cuando me compraban juguetes para niñas nunca me he molestado en jugar con ellos, pero los dejé cuando vi a un grupo de chicos jugar con una pelota»; cuando empezó a desarrollarse como un hombre durante la pubertad, fue insultado y acosado.
Pero Johnny no está sólo. Él es uno más de los muchos niños que viven en el pueblo de Salinas, ubicado en la parte sur de la República Dominicana, con dicha condición. De hecho, 1 de cada 90 niños de la zona son criados como niñas hasta que pasan a desarrollar testículos y un pene alrededor de los 12 años. Al nacer, no tienen nada, excepto lo que parece ser una vagina, y es sólo a medida que maduran que se hace evidente que no todo es como parece.
Este hecho se conoció en la década de los 70, gracias al endocrino Julianne Imperato, que trabajaba en la Universidad de Cornell. Mediante el estudio de los Guevedoces, se determinó la causa de esta asombrosa condición.
En las primeras ocho semanas de desarrollo, los fetos no son ni hombre ni mujer. Después de este período, si el feto es genéticamente masculino, las glándulas internas conocidas como gónadas son instruidas por el cromosoma Y para convertirse en testículos. Al mismo tiempo, la testosterona se envía a una estructura llamada tubérculo. En los hombres, la testosterona se convierte después en dihidro-testosterona, que convierte dicho tubérculo en un pene. En las mujeres, la dihidrotestosterona no se encuentra y el tubérculo se convierte en un clítoris.
El doctor Imperato encontró que, aunque son genéticamente masculinos, los Guevedoces carecen de la enzima 5-alga reductasa, que convierte la testosterona en dihidrotestosterona, lo que significa que los niños nacen con aspecto femenino. Cuando llegan a la pubertad y el cuerpo recibe otra oleada de testosterona, se desarrolla el pene y los testículos descienden. La falta de esta enzima parece ser genética, siendo una condición anormalmente frecuente en esta región de República Dominicana.
Una vez los Guevedoces han llegado a la pubertad, parecen ser capaces de llevar sus vidas con normalidad. El pene es un poco pequeño, pero es funcional, e incluso pueden tener descendencia.